La campana de Espantaperros data de 1517. En 1856 se trasladó al remodelado ayuntamiento en San Juan donde permaneció casi 20 años. La corporación decidió en 1878 quitarla por el estado de ruina de la espadaña y el riesgo de desplome por el peso y por su ruido desagradable. Como entonces no había grúas, optaron por destrozarla, con golpes que alarmaron a la ciudadanía. El revuelo llegó a Madrid. La campana se atribuía a la Reconquista y la Comisión de Monumentos instó a abrir un expediente que se encargó a la Real Academia de la Historia y ahí se quedó.