El nuevo contrato para la gestión y explotación del albergue juvenil el Revellín reducirá en al menos un 20% el canon que el ayuntamiento abone a la empresa que resulte adjudicataria de este servicio con respecto a la anterior concesionaria. Así lo avanzó a este diario el concejal de Juventud, Francisco Javier Pizarro, quien señaló que la cantidad exacta que se establezca se dará a conocer una vez los servicios económicos municipales den el visto bueno al pliego de condiciones que ha presentado su departamento.

El anterior canon era de 217.647 euros anuales (18.139 euros al mes) y la idea es que no resulte tan gravoso para las arcas municipales. El concejal explicó que entiende que por sus características sea un servicio «deficitario» y reconoció que en el 2013, al ser la primera vez que se sacaba a concurso, en el pliego de condiciones se estableció una cantidad elevada que, tras la experiencia de estos cuatro años, se ha visto que era posible «ajustar», con el consiguiente ahorro para el ayuntamiento.

No será esta la única novedad que incorpore el nuevo contrato, pues si en el anterior el 100% de los ingresos por pernoctaciones los ingresaba el ayuntamiento, ahora se va a apostar por «un cobro mixto» y se repartirán en un porcentaje aún por determinar entre el consistorio y la adjudicataria. La intención es, según resumió Pizarro, que el ayuntamiento cubra un fijo por la oferta del servicio, para que el concesionario no tenga pérdidas, y al mismo tiempo que el reparto de los fondos obtenidos por el alojamiento de usuarios sean un «incentivo». Con estos cambios, aunque el consistorio seguirá cubriendo gran parte del servicio, puesto que sería inviable que en estos momentos se mantuviese de manera totalmente privada, ya que este tipo de instalaciones no son las más demandadas en la ciudad por los turistas, la concesionaria tendrá «mayor responsabilidad», porque una parte de sus ingresos dependerá directamente de que reciba o no huéspedes.

El nuevo pliego de condiciones también recogerá aspectos novedosos en cuanto a la gestión, donde se primará el compromiso social y medioambiental de las propuestas que se presenten. Además contemplará una partida específica a cargo de la Concejalía de Juventud para la promoción y publicidad de estas instalaciones.

Lo que sí se mantendrán serán los precios ya establecidos (11 euros por usuario y noche), así como que la empresa adjudicataria se encargue del mantenimiento y limpieza del centro de asociaciones, que la Concejalía de Juventud continuará gestionando. También será similar la duración del contrato: dos años, prorrogables otros tantos.

Aunque el «deseo» era que el albergue juvenil reabriera para carnavales, la reforma para habilitar una cocina-bar, con un presupuesto de 30.000 euros con cargo al remanente, no podía terminase antes del 31 de diciembre, por lo que los trabajos se tuvieron que iniciar en enero. Según el concejal, este mismo mes concluirán y, una vez se vea la capacidad del espacio disponible, se decidirá si podrán utilizarla únicamente los usuarios del albergue o tendrá acceso también el público en general.

Pizarro explicó que, aunque las obras se han retrasado, Juventud ha querido agilizar el expediente para tener listo cuanto antes el pliego de condiciones, pues en este caso interesaba más que no se tuviera que ceñir a la nueva Ley de Contratos que entrará en vigor el próximo mes de marzo, sino a la vigente en la actualidad, del 2011. Una vez aprobado el nuevo pliego, el periodo máximo para que la gestión del albergue esté adjudicada será de 6 meses, aunque el concejal aseguró que no se agotará ese plazo y que la idea es que las instalaciones, las únicas de este tipo con las que cuenta la ciudad, vuelvan a prestar servicio antes de este verano.

INTERÉS/ Sobre el interés de empresas por hacerse con este contrato, señaló que hay «muchas interesadas» y apuntó a que las nuevas condiciones que se establecerán contribuirán a que opten al mismo empresas con experiencia en el sector. «Hemos recibido más llamadas de personas interesadas en gestionarlo que en pernoctar», señaló el concejal de Juventud, para explicar que el cierre temporal del albergue juvenil no ha supuesto gran perjuicio.

El alojamiento cuenta con 62 plazas, repartidas en 11 habitaciones. La ocupación media en el último año no llegó al 10% . En el 2016 se registraron 1.771 clientes, un 30% más que el anterior, y en los 10 meses del 2017 que estuvo abierto se contabilizaron 1.262 pernoctaciones.