El músico Gene García vuelve a la pintura tras su primera incursión en el 2016 con la exposición Black Portrait, formada por retratos en acuarela de grandes instrumentistas y vocalistas de la música negra americana. Ahora se ha adentrado en el Cante Gitano. El pellizco, con una colección de 22 retratos en acrílico sobre papel de míticos cantaores gitanos, que se expone hasta el 2 de noviembre en la sala Vaquero Poblador de la Diputación de Badajoz, en la calle Obispo. El comisario es Antonio Vega. El artista pacense debe su afición a la pintura, en primer lugar, al pintor franco-español Angel Luis Pérez Espacio, maestro que le enseñó a disfrutar en su juventud de las infinitas posibilidades que le ofrece el papel y, más tarde, a las conversaciones nocturnas con el maestro fotógrafo Jam Montoya, amante de la música negra, armonicista e inspirador e influencia involuntaria de su primera colección de pinturas. La mayoría de los retratos están en blanco y negro, aunque en el caso de los flamencos que viven ha añadido una nota de rojo.