La empresa de Multicines Avenida cesa su actividad por falta de público. Los espectadores prefieren serlo de salas más comerciales. El Avenida era la única alternativa, con los cineclubs, con un programa de autor que te reconcilia con el cine como algo más que mero entretenimiento.

Badajoz, después de varios intentos, no ha sabido -- podido, querido-- mantener una oferta diferenciada. Hoy, que hay público para casi todo, queda cada vez menos para ciertas corrientes de creación que no sean sólo espectáculo. Lo cierto es que el mercado es ¿arbitrario, caprichoso? o quizás la empresa no haya sabido dar con la tecla de lo que gusta a no más de 350 espectadores, o cómo completar su oferta para hacerla atractiva.

Pero mucho me temo que si en el fondo es lo que parece, Badajoz va a necesitar algo más que una plataforma logística, dos autovías y un AVE para quitarse el pelo de la dehesa. La ciudad necesita centros como el Avenida, como Itaca, como Doncel. Pues cree que puede ser una capital económica y de servicios sin cultura. Puede que necesite una transición propia para ir del provincianismo consumista a una ciudadanía capaz de elegir con criterios.