La secretaría general de Instituciones Penitenciarias está pendiente de la adjudicación de las obras para sustituir las tuberías de suministro de agua potable de la cárcel de Badajoz. Mientras esto se acomete, la dirección de la prisión se ha puesto en contacto con una empresa que instala fuentes conectadas a la red con un filtro que elimina la presencia de hierro en aquellos puntos del centro donde se ha detectado que el contenido de este metal está por encima del aconsejable, según explicó ayer a este diario el director de la cárcel, Carmelo Charfolé

Estas son las dos soluciones que se han puesto al problema de la insalubridad del agua que han venido denunciando los sindicatos en la prisión de Badajoz y del que ayer también se hizo eco Manuel Sosa, portavoz de IU en el ayuntamiento pacense. Sosa culpó a la empresa concesionaria del servicio, Aqualia, porque, según sus datos, el problema no afecta solo a la cárcel sino a las viviendas situadas en las proximidades, donde el agua potable sale turbia. El portavoz de IU dirigió un escrito el lunes al concejal de Aguas, Francisco Javier Fragoso, preguntándole sobre este tema, y ayer se quejó de que no haber recibido respuesta y de que el ayuntamiento no "fiscalice" a la empresa que lleva el servicio.

Charfolé manifestó que el agua de Aqualia llega en "perfectas condiciones" al centro penitenciario y es dentro del recinto donde se ha detectado la presencia de hierro. No ocurre en todas las fuentes, sino tan solo en tres de los siete puntos que analizan, dos de los funcionarios y en otra de las dependencias de la Policía Nacional. El director aseguró que estas fuentes no se utilizan habitualmente y que "todas las demás están absolutamente normales", incluidas aquellas de las que beben los reclusos. Charfolé apuntó que en el 2005 se puso en conocimiento de la secretaría general la necesidad de cambiar las tuberías, que elaboró el proyecto y va a adjudicar la obra.