La crisis económica está teniendo ese doble efecto en las organizaciones humanitarias: por un lado se incrementan las necesidades y por otro se reducen los ingresos. Es lo que le ha ocurrido a Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, pues el año pasado se incrementaron de forma significativa las personas atendidas en la provincia, que pasaron de 13.477 en el 2011 a 13.922 en el 2012, pero al mismo tiempo se redujeron los socios y donantes, de 7.498 a 6.701. Un prisma positivo de la situación es que han aumentado las Cáritas Parroquiales, de 117 a 125, también los proyectos, de 239 a 258, y los voluntarios, que han pasado de 1.889 a 1.954.

Estos datos vienen recogidos en la memoria institucional del 2012, que hicieron pública ayer Juan Enrique Pérez, director de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, y Manuel Ruiz, consiliario, coincidiendo con la celebración el próximo domingo del Corpus, día de la Caridad, en el que Cáritas desarrolla la campaña Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir .

Juan Enrique Pérez dejó constancia del aumento de número de personas atendidas, que ha sido "bastante", casi 500 más. Esta cifra hace referencia a las acciones directas con personas dentro del sistema general de ayuda.

PERFIL En cuanto al perfil, un tercio de los beneficiarios de Cáritas llevan 3 o más años recibiendo ayudas y el 56% son desempleados de larga duración, es decir, llevan más de un año buscando un trabajo. El número de perceptores de rentas mínimas se ha duplicado y crece la cantidad de personas y hogares que carecen de ingresos (38%). Las parejas con hijos representan el 47% de los receptores de las ayudas, un 29% son personas solas y un 19%, familias monoparentales. Respecto a su nivel de preparación, el 60,5% tienen estudios primarios o inferiores. Por otro lado, un tercio de los ciudadanos extracomunitarios que son atendidos en Cáritas están en situación irregular sobrevenida a consecuencia de la crisis.

Las ayudas más demandadas siguen siendo la alimentación, seguida de la vivienda y el empleo. En términos de cuantías económicas, las aportaciones para la vivienda representan el 50%, principalmente para suministros y alquileres, y el 30% para alimentación. Con necesidades de empleo fueron atendidas 499 personas, de las cuales 44 han encontrado trabajo. Y el 2013 no está siendo más halagüeño, pues según el director de Cáritas, el número de necesitados es cada vez mayor.

Sobre el aumento "significativo" de voluntarios, el director destacó que aunque la "calidad humana" de todos ellos es idéntica, sí se ha percibido una mayor preparación, porque se han incorporado muchos desempleados con alta cualificación profesional "y que por lo tanto tienen unas habilidades sociales importantes de las que Cáritas se beneficia y en consecuencia los más necesitados".

En el 2012 Cáritas invirtió 2.983.732 euros, unos 200.000 euros menos que el ejercicio anterior. Las subvenciones públicas se han mantenido, aunque algunas se han reducido, como la de la Diputación de Badajoz. El dato negativo es que los socios y donantes han disminuido, lo que supone "una bajada importante" de unos ingresos que se consideraban fijos pues tenían concertadas aportaciones periódicas que han decidido suprimir "por circunstancias relacionadas con su propia vida", que seguramente tienen que ver con el empeoramiento de su situación económica, aunque Cáritas no tiene constancia de los motivos, porque no pide que se justifiquen.

En este sentido, Juan Enrique Pérez alertó de que este dato es "preocupante" pues contarán con menos ingresos fijos para el año siguiente. Sin embargo, la organización sigue confiando en la generosidad de donantes que inesperadamente aparecen. Juan Enrique Pérez se mostró optimista: "La parte humana es muy emocionante, porque aunque de recursos estamos muy limitados, de corazones andamos bastante bien".