Vicente Martín Muñoz, que es párroco del Gurugú y Los Colorines y consiliario de Cáritas, comentaba ayer que desde septiembre hasta diciembre en el servicio de acogida de su parroquia han revisado 140 peticiones de cualquier tipo de ayudas, siempre urgentes (desde alimentos a pago de alquiler, o deudas con la Seguridad Social para poder acceder al desempleo). En Cáritas se encuentran con el problema de que no pueden concederlas de forma inmediata porque deben estudiar la situación del solicitante, para evitar la picaresca. Además, esta avalancha de peticiones les obliga a hacer un "esfuerzo considerable" debido a la "presión social" que está soportando para atenderlas y compaginarlo con el trabajo habitual de acompañamiento de las familias.

Martín Muñoz especificó que la incidencia de la crisis no está siendo la misma en todos los sitios "ni de igual manera" pero tras haber pulsado a los arciprestazgos y las cáritas parroquiales, la conclusión es que en las poblaciones mayores con más presencia de inmigrantes y en zonas marginales hay más solicitudes de ayuda.

UN 40% MAS Sobre la experiencia de su parroquia, este sacerdote contó que está llegando mucha gente "que no tiene el perfil de personas excluidas que se puedan mover en aquella zona, que tenemos controlados y que suelen venir y son parejas jóvenes con niños pequeños, con problemas con la vivienda y que si pagan el alquiler o la hipoteca no tienen dinero para comer bien". Esa es la principal incidencia, según Vicente Martín. Cáritas no tiene el dato exacto del incremento pero según el estudio nacional, las solicitudes están aumentando de forma "desbordada" pues las peticiones han crecido alrededor de un 40%.

La oenegé espera disponer en enero de los datos de la incidencia de la crisis, pero de lo que no tienen dudas es de que "a las Cáritas parroquiales y a los servicios de acogida ha llegado mucha más gente". Así en poblaciones donde los principales usuarios eran inmigrantes, ahora llega gente de los pueblos pidiendo esos recursos y personas que fueron atendidas por Cáritas, hicieron procesos de reinserción y ahora vuelven a tener necesidades. El director de Cáritas, José María Vega, apuntó que también regresan personas que emigraron a otras comunidades porque se han quedado en paro.

Desde Cáritas apuntan que los servicios sociales les están derivando muchos solicitantes porque no disponen de un fondo para hacer frente a situaciones inmediatas sino que, según apuntó Martín Muñoz, cuando se solicitan ayudas tardan meses en concederlas. Por eso ahora las Cáritas parroquiales están viendo la forma de coordinarse para que haya una intervención por parte de la Administración y de la oenegé. Y a partir de lo que está ocurriendo ahora, las previsiones para el año que está a punto de empezar no son mejores. El párroco del Gurugú intuye "que esto va a ir a más", sobre todo cuando las redes de protección "empiecen a flaquear". Por ejemplo, llegará un momento en que se acaben las prestaciones sociales.

José María Vega, junto a Vicente Martín y la secretaria general de Cáritas, Ana Correa, presentaron ayer la memoria de Cáritas del 2008 y la campaña de Navidad, que se viene desarrollando desde el año pasado bajo el lema Una sociedad con valores es una sociedad de futuro con la que pretende poner en evidencia los factores causantes de la desigualdad y la exclusión social y proponiendo valores alternativos "que nos permiten remodelar nuestra sociedad, haciéndola más humana, integradora y habitable para todos".