A sus 73 años, la voz masculina por excelencia del fado, Carlos do Carmo, celebró anoche medio siglo sobre los escenarios en el auditorio Ricardo Carapeto, dentro de una gira mundial que solo incluye dos paradas en España: Madrid y Badasom. Desplegando sensibilidad y lucidez, en su concierto ofreció al público canciones alegres y tristes con toda la intencionalidad, pues pretendía mostrar a quienes lo escuchaban las variantes del género que define al país vecino. Y lo hizo con una actitud abierta, como cuando adujo que el fado no tiene porqué cantarse en portugués, como defienden otros portugueses. "El mejor fadista que he conocido en toda mi vida fue Frank Sinatra", afirmó, y no lo hizo en broma.

Antes de su actuación, recibió a la prensa en un encuentro en el que derrochó naturalidad, buen humor en castellano y se alejó de las medias tintas. Dijo que nunca ha anunciado que se marcha, pero sí que está grabando su último disco, "porque para qué grabar un disco que no se vende, la gente no compra los discos", manifestó resignado. Informó de que en su último trabajo canta con "los mejores de la nueva generación, todos tienen edad para ser mis hijos". Sí seguirá ofreciendo conciertos, aunque comentó que cuando hace 13 años sufrió un problema de salud su médico le recomendó que no diese más de veinte al año y cumple esta limitación a rajatabla. El de anoche fue el número 18.

Siendo una primera figura mundial de la canción, comentó que su pretensión nunca ha sido la de convertirse en "millonario". "Yo soy millonario familiar: porque tengo una mujer, unos hijos, unos nietos y buenos amigos que valen tres bancos", si bien también reconoció no ser "pobre", aunque "me preocupan mucho los pobres". Y esta conversación lo llevó a hablar de la crisis que sufre esta parte de Europa, donde "están pasando cosas gravísimas". Le inquieta, según dijo, que los políticos "no tengan sentido del servicio público" y que haya tantos desempleados, una situación que lo lleva a temer "que algo va a pasar, nada bueno". Aunque como artista se siente "un privilegiado", esta situación no debe alejarle de la realidad. "Hay artistas en mi tierra que no dicen nada porque si no, no dan conciertos, pero creo que si se tiene un público, hay que decirle lo que uno piensa".

Do Carmo compartió anoche cartel con el espectáculo de la nueva hornada flamenca extremeña, que se hizo un hueco privilegiado con el espectáculo en el que intervinieron al cante Celia Romero, Pedro Cintas y Paulo Molina, con la bailaora Carmen La Parreña y las guitarras de Francis Pinto, José Manuel Moreno, Juan Vargas y Ramón Amador, que rindieron un homenaje a Antonio Silva, 'El Peregrino'.

Esta noche (22.00 horas) llenarán el escenario la portuguesa Carminho y la asombrosa voz de Diana Navarro.