A estas horas no nos queda ni resaca del último Carnaval, que ya es pasado. Pero no se puede dejar pasar la ocasión sin aplaudir, elogiar y valorar lo mucho y bien que está creciendo el Carnaval de Badajoz, que ya no es solo de aquí, como el Festival de Teatro de Mérida no lo es de la capital autonómica, sino que su ámbito supera más allá de las líneas que marcan el territorio regional. Pedazo de Carnaval, el último Carnaval de Badajoz ha sido un Carnavalazo.

Que la cuenta oficial de Twitter del histórico y universal grupo de música Queen haga una referencia al desfile de comparsas del domingo en Badajoz porque los dombenitenses de Achikitú rindieron el año pasado un homenaje a su caristmático vocalista es lo más. Como también lo es que el Mägo de Oz se haga eco del tema elegido este año por la comparsa Los Colegas de Miajadas e incluso le haya ofrecido participar con su indumentaria y puesta en escena en sus videoclips. Son tantos los lomases que se han vivido en este Carnaval de Badajoz, que lograr el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional sería solo constatar con un nombramiento lo que para muchísimos ya es una definición real.

Salvo la metedura de pata del cartel anunciador, que un año más no se identificó para nada con el contenido y la identidad de esta fiesta tan pacense, el desarrollo del Carnaval de Badajoz ha sido más que de sobresaliente, de matrícula de honor. Llama poderosamente la atención que movilizando como moviliza a miles de personas en las calles, miles de ellas bebiendo y dándolo todo en pro de la diversión, se puedan contar con los dedos de las manos los conflictos y peleas, al menos los que han trascendido. Aunque las incidencias que cuantifica Cruz Roja se han incrementado, la inmensa mayoría han sido de poca monta y solo se han producido unos cuantos traslados hospitalarios.

Como todos los años, está servida la polémica sobre la elección del pregonero, que alcanza su punto álgido cuando trasciende lo que cobra. No he visto ni oído decir a nadie que los 12.100 euros facturados al actor Fernando Tejero por subirse al balcón del ayuntamiento y animar a los centenares de carnavaleros que lo coreaban desde abajo es una cantidad ajustada. Supongo que el personaje pone su precio y el ayuntamiento decide si está o no a la altura y si su cara bonita bien merece este dispendio. De nuevo se ha abierto el debate sobre la oportunidad de que sean personajes propios del Carnaval los que asuman el papel de pregonero, aunque siempre hay quien, con razón, argumenta que la promoción que un reconocido artista de ámbito nacional pueda hacer de la fiesta no tiene precio. Mejor dicho, sí lo tiene. Es difícil prever el desparpajo del personaje elegido y su repercusión en los medios nacionales. Desde luego lo que cobró el año pasado Carlos Latre bien se amortizó con el anuncio que realizó en el programa de Antena3 El Hormiguero, cuando invitó a la audiencia a conocer el Carnaval de Badajoz, del que tenía el honor de ser el pregonero.

Tejero se preparó su intervención, o se la prepararon, y eligió con tino y humor su disfraz. No sé si el contrato le exige más gracia de la que exhibió o más presencia en las redes sociales, pero cumplió su papel del viernes por la noche. Sin restar importancia ni valor a lo propio, la verdad es que el Carnaval de Badajoz, que es un Carnavalazo, ha conseguido suficiente auge y presencia como para que quien lo anuncie cada año sea alguien conocido fuera de nuestra ciudad y de nuestra fiesta, que como se ha demostrado, va cada año a más y para la que ya no parece haber vuelta atrás.