Que el número de usuarios de la bicicleta como medio transporte es cada vez mayor, es un hecho, como destaca el portavoz de la Plataforma Carril Bici, Carlos Barriga, pero esa realidad no se corresponde con una política de promoción de una movilidad sostenible, a tenor de las reivindicaciones de este colectivo.

La plataforma reclama al Ayuntamiento de Badajoz «un mayor compromiso, un compromiso real» con los ciudadanos que se desplazan a pedales por la ciudad. «Los usuarios de la bicicleta crecen bastante más que hace unos años, sin embargo, en materia de infraestructuras queda mucho por hacer», manifestó.

Desde su punto de vista, «el ayuntamiento no está comprometido aún con los usuarios de la bicicleta», y señala que «hay algunas acciones que debe acometer cuanto antes».

Señaló Barriga que moverse en bicicleta hace «una ciudad más amable, con menos tráfico, menos contaminación, más viva y sana, más saludable, para los ciclistas y para el resto de personas». Por ello entiende que «deben afrontarse acciones, más allá de ampliar el carril bici», como una campaña de promoción, impulsar el ir al colegio, a la universidad y al trabajo en bicicleta; más educación vial, «incluso crear unos premios específicos BIBA --empresa de alquiler de bicicletas en Badajoz-- para promocionar su uso».

La plataforma confirma el aumento cada vez mayor de ciudadanos pedaleando, pero «no hay cifras, esos datos no están, solo hay los que genera el alquiler de bicicletas, referidos a edades, lugares y estaciones de partida y de llegada, frecuencia y horario». Y a tenor de ellos, «los datos son bastante estables», en el sentido de que indican que «el uso principal es el ir a estudiar y/o a trabajar; no se refiere a actividades lúdicas, de paseo o deportivas, lo que indica que el uso principal es el laboral». señaló.

En la actualidad, en Badajoz, según la plataforma, se cuenta con unos 14 kilómetros de carril bici, mientras que el ayuntamiento contabiliza prácticamente el doble, 27. Ello se debe a que hay vías que en su día se pintaron o se señalizaron como carril bici que con las nuevas normas no pueden considerarse como tales, pues tiene que reunir una serie de requisitos que hoy se dan, en parte, en unas de las posibilidades contempladas para el uso de la bicicleta, el de zona 30, un carril de uso compartido, en Sinforiano Madroñero.

El problema es que, por ejemplo, del puente Real a Caya --y otros tramos urbanos-- que suele haber circulación de bicicletas, estas van por las aceras, pero no están debidamente señalizadas, ni pintadas, ni con el pavimento adecuado, ni separado de la zona de peatones.

LA LÍNEA DEL DESEO / E indicó Carlos Barriga que de hecho, «en la actualidad se mantienen los mismos puntos críticos, puntos negros por concentración de accidentes, que hace diez años».

Según el estudio con el que trabaja la plataforma, más que hacer nuevos tramos de carril bici, lo que se requiere en la ciudad es habilitar debidamente los existentes como primer paso, pero sobre todo, «más que planificar, usar una herramienta denominada la línea de deseo, estudiar cómo usa el ciclista la bici por la ciudad y actuar en función de su uso para adaptarse a sus necesidades».

En la actualidad, el de la bici crece por encima del mercado del coche, con una uso que aumenta. Un ejemplo de visualización es que cada último sábado de mes, los ciclistas participan en un encuentro denominado Masa Crítica, a las 12.00 horas para recorrer la ciudad, en un movimiento reivindicativo expontáneo, acciones que ayudan a que los ciudadanos en generan tengan una mayor conciencia y más sensibilidad hacia la figura del ciclista en medio del tráfico, reconoce Barriga.