Aunque reconocen que la presencia policial en sus calles se ha intensificado, «y se nota», la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo no quiere que esto sea una medida puntual ante sus quejas por el incremento del menudeo de droga, robos y actos vandálicos, sino que se pongan los medios para que de manera permanente se garantice la seguridad en la zona. Por ello, el presidente vecinal, Javier Fuentes, urgió al alcalde, Francisco Javier Fragoso, que conteste de «una vez» a la solicitud de la Delegación del Gobierno en Extremadura para abordar el problema y buscar soluciones en una Junta de Seguridad Local extraordinaria y monográfica sobre el Casco Antiguo.

La petición se cursó por parte de la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, el pasado 29 de marzo. Ayer, fuentes municipales aseguraron que la intención del ayuntamiento es mantener una reunión entre ambas administraciones para tratar este asunto, aunque aún no se ha contestado de manera oficial ni se ha previsto fecha para la misma, a la espera de cuadrar las agendas.

A juicio de los vecinos, estaba «cantado» que una vez que la presencia de las policías local y Nacional se incrementase en el Casco Antiguo, la delincuencia y los actos incívicos irían a menos. «Pero esto es una solución para un problema puntual, pero no podemos permitir que esta situación vuelva a repetirse», advirtió Fuentes, quien confió en que en esa junta de seguridad extraordinaria «se sienten las bases para el futuro, porque lo que no puede ser es que dentro de un año estemos igual. Por ahí no vamos a pasar», aseguró.

En este sentido, insistió en la necesidad de que en el Casco Antiguo se cree una comisaría conjunta, como ya se hizo en Caya con la Guardia Civil, la Policía Nacional y la portuguesa, porque, a su juicio, aunque se les dice que existe cooperación y coordinación, «hasta ahora no se había visto». «Si allí funcionó (en referencia a la frontera), ¿por qué no vamos a intentar hacer aquí lo mismo con las policías local y Nacional?», se preguntó. Asimismo, abogó porque sean los profesionales de un cuerpo y otro los que analicen y decidan la mejor forma de trabajar de manera conjunta, «sin necesidad de la mediación de los políticos», dijo.

La percepción de los vecinos sobre los resultados del aumento de la presencia de agentes de ambos cuerpos en el Casco Antiguo se traduce en actuaciones concretas. Así, la Policía Nacional informó ayer de que en las últimas dos semanas se han desmantelado dos puntos de venta de droga en la zona. El jueves se llevó a cabo la última operación, en la que fueron detenidas cuatro personas, tres hombres y una mujer, dos por tráfico de estupefacientes y otros dos por atentado a agentes de la autoridad. Además, se intervinieron 312 dosis de cocaína dispuestas para su venta (con las que se habrían obtenido unos 2.500 euros).

Por su parte, la policía local ha interpuesto desde el pasado lunes más de medio centenar de denuncias en el Casco Antiguo por infracciones de tráfico, incumplimiento de las ordenanzas municipales, posesión de sustancias estupefacientes e intervención de armas y objetos prohibidos. También se han realizado cuatro controles de documentación, drogas y alcohol a conductores.