La última propuesta del ayuntamiento para rehabilitar el mercado de Santa Ana en la plaza Chica no ha sido bien recibida por los residentes ni por la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo. El anuncio de solicitar una subvención al Ministerio de Administraciones Públicas (MAP) para recuperar el edificio, con una inversión de 700.000 euros, ha sido interpretado como un retraso más en el proceso de recuperación, tras 12 años de espera.

La idea del proyecto presentado al MAP es acondicionar ocho locales destinados a asociaciones como un centro de participación ciudadana, con una recepción, una oficina, un despacho y el sótano, de 110 metros cuadrados, para archivo y almacén. Esta propuesta no es la primera que baraja el ayuntamiento, que anunció hace unas semanas la inclusión del proyecto de restauración en una propuesta presentada al Plan Urban II, para una ciberteca, biblioteca y guardería.

Un residente aseguró ayer que "ya hay una guardería infantil a menos de 50 metros y está vacía". El presidente de la asociación de vecinos, Juan Pedro Plaza, explicó que "no se puede hacer una guardería porque las condiciones no lo permiten", pues se requieren unos requisitos que el inmueble no cumple, por la ausencia de un patio, o condiciones de aireación y de luz e higiénicas.

MAS RETRASO El anuncio de dos propuestas por el ayuntamiento, ambas dependientes de subvenciones de Europa o del Gobierno central, hace sospechar al vecindario que la recuperación del edificio está en el aire y que no se le dará una solución con la urgencia que requiere. Las personas consultadas han expresado que el deterioro es tal que la obra de recuperación no admite más demora.

Plaza afirmó que "llevamos muchos años mareando la perdiz y no se trata de rechazar la propuesta del ayuntamiento, sino de la urgencia de actuar ya. Se ha presentado al Plan Urban, que saldrá o no saldrá; y al ministerio, que saldrá o no; pero no veo que se ponga un duro en los presupuestos para este fin".

Los vecinos que viven en el entorno y la propia asociación, llevan "años reclamando y estamos un poco hasta el gorro de que no se coja el toro por los cuernos. No tuvimos suerte con Cristina Herrera y Ramírez del Molino; ahora hemos hablado con Monago y Celestino Rodolfo y tampoco lo tienen muy claro", añadió. El problema de mantener el edificio en su estado actual es que "se acumula suciedad, huele mal, entra gente allí a dormir, y no vemos ningún interés".

PARA COLECTIVOS La asociación de vecinos es partidaria de iniciar ya un proyecto para adecuar el edificio para albergar a colectivos de la ciudad, al estilo del que tiene la diputación en la antigua Maternidad. Plaza afirmó que se le ha dicho a la arquitecto municipal "por activa y por pasiva, que no puede ser una guardería, por la reglamentación"; ni puede ser sala de artesanía; "no es zona comercial; y tampoco están por la labor de recuperar su función de mercado".

Lo más adecuado para la asociación es darle uso por las asociaciones, con despachos de ocho o diez metros y un salón de actos y multiusos en el sótano.

Otros vecinos residentes en la plaza Chica son partidarios de que derriben el edificio o se haga la plaza que estuvo proyectada en tiempo, para la que se obligó a algunos de ellos a retranquear sus viviendas; y otros preferirían que se le devuelva la función de mercado. Pero todos coinciden en que se debe hacer algo de forma urgente.

El edificio está protegido e incluido en el Catálogo de Elementos de Interés Histórico Artístico de la ciudad. Construido en el 1937, supuso una revolución para su época, frente a los mercados tradicionales como el que había en la plaza Alta, de arquitectura de hierro, que ahora se encuentra en el campus.