Cerca de mil lumnos de Primaria y Secundaria (970) reciben clases de apoyo y refuerzo en sus respectivos centros para mejorar su rendimiento y conseguir el éxito educativo.

El 66% de los institutos de Secundaria y el 52% de los colegios públicos de la ciudad se han acogido a los distintos programas que la Junta de Extremadura, en colaboración con el Ministerio de Educación, ofrece para ayudar a los alumnos que tienen dificultades en su proceso de aprendizaje y se encuentran en situación de desventaja socioeducativa.

Los Programas de Acompañamiento Escolar y de Apoyo y Refuerzo, conocidos como Plan Proa, se imparten en horario lectivo y por la tarde en colegios (a alumnos de quinto y sexto de Primaria) e institutos (a alumnos del primer ciclo de la ESO).

Este curso, como novedad, se ha ampliado el programa a tercero y cuarto de Primaria, "con el fin de anticiparse a las dificultades del alumno y alcanzar las cotas de éxitos a edades más tempranas", según Benito Ramos, director de la Unidad de Programas Educativos.

Los primeros programas se pusieron en marcha en el curso 2004-2005 y desde entonces "se ha notado una mejora en el índice de éxito escolar. En en estos cinco años ha habido más alumnos que han promocionado de un curso a otro y que han obtenido el título de la ESO", señaló.

En Secundaria se ha conseguido incrementar en un 5% el número de alumnos que terminan la ESO.

Hasta este curso, 8 institutos de los 12 que hay en Badajoz y 13 de los 25 colegios públicos imparten estos programas.

Además, se lleva a cabo en cuatro colegios otro de refuerzo educativo en áreas instrumentales (matemática y lengua), que se ha ampliado a primero y segundo de la ESO para aquellos alumnos que proceden de Primaria pero no han conseguido los objetivos de la etapa y requieren un esfuerzo extraordinario en comprensión lectora, composición escrita y resolución de problemas.

NO SOLO DEBERES El colegio Nuestra Señora de Fátima, que fue pionero en el desarrollo del Proa, da este año clases de acompañamiento a tres grupos de 10 niños cada uno (el programa no permite más alumnos). Las clases se imparten por las tardes con profesorado del centro.

"Se refuerzan conceptos o cosas que no les han quedado claras, y alguna hora se dedica a la escuela de padres", según Quintilia Méndez, directora del Nuestra Señora de Fátima. Estas clases ayudan a los alumnos "a crear el hábito de estudio por las tardes, ya que muchos padres no tienen posibilidad de ayudarles".

Quintilia Méndez destacó la "utilidad" de estos programas, con los que los niños "llegan mejor preparados al instituto". En su opinión, "estaría bien que se pudieran ampliar los grupos y que llegara a más alumnos".

En esto coincidió la jefa de estudios del Manuel Pacheco, Gloria Izquierdo, que calificó esta medida de "exitoso", aunque destacó la conveniencia de crear más unidades.

"Las familias lo valoran mucho porque se ven muy limitadas a la hora de ayudar a los niños". Además, insistió en que "no consiste sólo en hacer tareas, va más allá de eso, se les enseña a reflexionar y opinar, todo ello de una forma más lúdica que en el contexto de la mañana, y los niños se sienten más satisfechos, aumenta su confianza y su autoestima cuando al día siguiente ven sus tareas bien hechas".

Cuando el refuerzo se hace en horas lectivas, se adapta el curriculum del alumno para que pueda llevar el mismo ritmo que el resto de la clase y en algunos momentos se diversifica el aula y va al aula de apoyo. "Además, todos los profesores actúan desde su asignatura de una manera transversal", según explicó Benito Ramos.