La historia se repite. Hace justo un año, en septiembre del 2003, desaparecía un anciano de 86 años de la residencia de mayores de La Granadilla. Julio Gutiérrez salió del centro un sábado y hasta el martes siguiente no encontraron su cuerpo, ya sin vida, a las once de la noche. El anciano apareció en una explanada de Huerta Rosales, hacia donde posiblemente se dirigió desorientado. La causa posible de su muerte fue una caída.

Dos meses después, en noviembre del 2003, otro hombre desapareció, pero el caso era distinto. Tenía 63 años y salió de su domicilio de San Roque en dirección a la carretera de Sevilla para buscar espárragos, como hacía habitualmente. Aquella noche no regresó, su familia se preocupó y denunció su desaparición. Pero esta vez el final fue feliz. Este hombre no regresó porque había sufrido un accidente, había caído a un pozo, de donde fue rescatado sano y salvo.