Al menos 750.000 euros ha dejado caer la Lotería Nacional en Badajoz, al venderse en la ciudad 25 décimos del número agraciado con el primer premio, el 20.505, en el sorteo celebrado el pasado jueves, 26 de septiembre, que ha sido expedido en tres puntos de venta.

"Este es el primer premio gordo que vendo y aunque no me haya tocado a mí, estoy contento por habérselo dado a mis clientes". Así expresaba ayer su satisfacción José Moran, propietario de la Administración de Lotería número 3 de Badajoz, situada en el número 1 de la calle López prudencio, a pocos metros del ayuntamiento, la catedral y la plaza de España.

José Moran, que tenía colgado el número en un tablón en la fachada, tuvo que vencer algunas reticencias para dar a conocer que había vendido 22 décimos del número premiado a "diez o doce clientes", a algunos de los cuales los conoce y son de la ciudad. Este es, aseguró, el primer gran premio que vende.

Los otros tres décimos de la suerte se expidieron en sendos puntos de venta situados en la avenida Ricardo Carapeto, en la popular barriada pacense de San Roque. Uno, el número 08855, llamado Regalos y Flores Pili, en número 23-B, del que es titular Pilar Núñez Mures; y el otro, en el número 98-b, el 08650, llamado Marisol, regentado por Soledad Mangas García, que vendió el tercer billete.

La Administración número 3 de Badajoz está abonada al número 20.505, lo tiene consignado "desde hace cincuenta años", cuando la regentaban los anteriores propietarios, pues Morán la cogió hace un par de año, contó. "Algunos de los premiados me han llamado y otros han venido, o les he llamado yo", afirmó.

"Anoche me dijo una clienta: Tienes la negra, nunca nos toca nada; y le respondí: voy a poner una vela al santo, y mira tú por dónde, toca", recordaba José Morán mientras hablaba con este diario. Tampoco quiso decir cuántos décimos compró cada cliente agraciado, pero tuvieron que ser uno en algunos casos y en otros, dos o tres.

Además, vendió varios décimos del número siguiente, el 20.506, premiados como todos los anteriores y posteriores al primer premio con 810 euros, y algunos del siguiente, con las centenas.

Diego Marín, hijo de la dueña de Regalos Pili, afirmó que ellos vendieron dos décimos y aunque él no sabe a quién, sí sabe que son vecinos del barrio. Este punto de venta, en sus seis años de existencia, ya dio 2,4 millones en en la Primitiva en el 2011.

Angela María López, empleada del punto de venta Marisol, contó que el décimo premiado lo vendió ella "a un chico que viene todas las semanas y pide el mismo número; lo sé porque a ese número ha estado abonado mi padre 40 años, hasta que lo dejó el año pasado".