EL ALCALDE de Badajoz, Miguel Celdrán, resto ayer importancia a la polémica --que su partido denunció-- sobre las llaves extraviadas de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, que dos guardias civiles se ofrecieron a buscar. "Eso es pecata minuta", dijo el alcalde y añadió que "hacerle un favor a alguien no cuesta trabajo, tengas o no uniforme" y más en una situación como la que se encontraba Pereira, que tenía que ir de un acto a otro para atender a las autoridades. "Si me hubiera mandado a mí, también voy, y a mí también me hubiera gustado que me resolviesen el tema", comentó.