El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, reprochó ayer a los responsables de la Junta de Extremadura y de la Diputación de Badajoz no haber impulsado las infraestructuras necesarias para que los habitantes de la pedanía de Alvarado tengan agua potable corriente. Celdrán dijo que es "una verdadera vergüenza" que en el siglo XXI estas dos instituciones no hayan solucionado el problema de Alvarado, como tampoco lo hicieron con Alcazaba, cuya obra tuvo que acometer el ayuntamiento pacense, para que el agua llegase con más fuerza a la localidad. "Aquí hay responsables que no han querido dar la cara en 50 años y todavía existen pueblos en la región donde no ha llegado el agua en debidas condiciones".

De cualquier modo, Celdrán confirmó que ya se han iniciado las gestiones para conseguir fondos europeos que sufraguen esta obra, cuyo presupuesto ronda los 1,2 millones de euros, si no en su totalidad al menos en parte. Pero al margen de esta solicitud, el ayuntamiento pacense ya está negociando con empresas que van a invertir en el entorno de esta pedanía, de tal manera que se podrían conjugar las necesidades municipales con los intereses privados para acometer la canalización.