Llegó escéptico y se marchó igual que había entrado. El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, ya dijo antes de la reunión del Consejo de Grandes Ciudades que se celebró el viernes en Cáceres (con la presencia también de los alcaldes de Cáceres, Mérida, Plasencia, Almendralejo, Don Benito y Villanueva), que desconfiaba de la utilidad de este encuentro y ayer habló con este diario y señaló que la reunión fue, tal como vaticinaba, "un brindis al sol". Al alcalde pacense le parece que el objetivo de estos encuentros es solo conseguir "la fotografía de los políticos" porque como resultado no se obtienen "hechos concretos ni precisos".

NI BIEN NI MAL Celdrán se mostró menos extremista que la última vez que habló del tema y dijo que a él no le parece "ni bien ni mal" que se reúnan los alcaldes de las ciudades de mayor población, porque además solo lo hacen una vez al año, por lo que ya no amenaza con no volver a asistir "porque yo no quiero enfadarme con nadie, pero con este esquema de reuniones posiblemente (la próxima vez) vaya un teniente de alcalde".

Pero, según Celdrán, hay que entender que, por poner un ejemplo, Almendralejo no tiene los mismos problemas que Badajoz. Así, uno de los temas que se abordaron fue traspasar las actividades clasificadas cuando, según el alcalde pacense, en los ayuntamientos mayores habrá técnicos capacitados para hacerse cargo de esta responsabilidad, pero no así en los más pequeños.

El alcalde dice que de la reunión de Cáceres no solo no se trae nada sino que, al contrario, viene cargado con la responsabilidad de las actividades clasificadas, con la excusa de que los ayuntamientos seguirán haciendo la misma tarea que hasta ahora, pues la Junta lo único que hace es dar el visto bueno a los expedientes que los ayuntamientos le remiten. Siendo así, no entiende Celdrán porqué entonces en la Junta tardan tres meses en dar la conformidad. Además, el alcalde pacense entiende que los ayuntamientos deben recibir algo (dinero) a cambio, ya que la Administración regional va a tener un gasto menos.

Sí le pareció bien a Celdrán que el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, reconociese las limitaciones presupuestarias de la Administración regional, porque "por lo menos es sincero", pero añadió que también tiene que entender que la obligación del alcalde es sacar a la ciudad adelante. En este sentido, Celdrán ha pedido a Fernández Vara que habilite el mecanismo que le permita "despachar" con cada consejero los asuntos directamente.