El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara mostraron ayer sus discrepancias sobre la necesidad de elaborar un código de buenas prácticas en las instituciones públicas. Celdrán se mostró visceral cuando repudió --porque le da "vergüenza"-- que se tenga que hacer un código de "buen comportamiento" para los políticos pues "a mí el código me lo dieron mi padre y mi madre hace muchos años" ya que "nadie me tuvo que enseñar la honestidad, la honradez, el ahorro y el sentido común". Por eso manifestó que él ni siguiera lo leerá "porque mi comportamiento siempre ha estado en línea".

Sin embargo, el parecer de Fernández Vara es muy distinto, pues considera necesario este código "en los momentos complicados que estamos viviendo" ya que la situación de crisis ha cambiado la percepción de los ciudadanos, que según Vara, deben saber que a los políticos no les importa lo que representan los bienes materiales. Por eso mismo cree que este código es "bueno" como también que se publiquen los ingresos para que no haya dudas de que no tienen nada que ocultar.