El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, mostró ayer su disconformidad con la decisión adoptada el día anterior en la reunión que mantuvo el ministro de Fomento, José Blanco, con su homólogo portugués, Antonio Mendoça, en Madrid, según la cual Badajoz acogerá la estación de pasajeros de la estación internacional transfronteriza del AVE Madrid-Lisboa, mientras que la estación de mercancías se situará en la localidad portuguesa de Elvas. La respuesta de Celdrán a una pregunta de los medios de comunicación fue que, bajo su punto de vista, es "un mal acuerdo del Gobierno central" español. "El acuerdo no es bueno", remarcó.

En este sentido, el alcalde pacense puntualizó que nunca se ha mostrado en contra de que "Elvas monte lo que quiera" pero advirtió de que "otra cosa es lo que nosotros tenemos que montar en Badajoz" pues dijo no entender que si la estación internacional está en la capital pacense las mercancías estén al otro lado de la frontera, cuando además la Plataforma Logística se situará de este lado. "Al final, espero que no sea así", dijo.

El problema, según Celdrán es que "esto es un circo" porque, en su opinión, "aquí nos arrugamos con los venezolanos y con los portugueses, cedemos con todo el mundo", en referencia a la postura del Gobierno central. El alcalde pacense quiso dejar claro que a pesar de "todo el cariño que tengo a Portugal", no puede entender "porqué nos tenemos que supeditar a la opinión de los portugueses" pues apuntó que en ninguna otra línea del AVE se ha consultado la opinión de otros países, como pudiera ser Francia, en el caso de Madrid o Barcelona. "Eso solo ocurre aquí, esto es un circo", recalcó.

PARA EL 2016 Por otro lado, el alcalde pacense reclamó un gesto de sinceridad por parte del Gobierno central para que ponga una fecha certera al AVE Madrid-Lisboa y recordó que él ya ha venido sosteniendo que no estaría "ni para el 2016". "Yo antes del 2016 no lo espero, pero aquí se vive de fantasías y embustes", criticó. Celdrán lamentó que se tenga por costumbre anunciar proyectos que se van a acometer en los próximos seis meses, cuando, en su opinión, "yo creo que es mejor decir la verdad a la gente".