El alcalde, Miguel Celdrán, pidió ayer "mil disculpas a la población" por el cierre de la piscina municipal de verano de La Granadilla para ser sometida a una reforma y adaptación a la normativa. Según recordó, esta obra, que costará un millón de euros, será financiada con cargo al Plan E, por lo que hay que cumplir unos plazos para la ejecución, "unos plazos que ha puesto Zapatero, porque al alcalde le gustaría hacerlo cuando más conviene a los vecinos", señaló.

Celdrán teme, según dijo, que si la obra no está acabada el 31 de diciembre, tenga que poner dinero el consistorio. No obstante, reconoció que para alguna obra como la del Viejo Vivero "se pedirá la ampliación" al ministerio.

El portavoz, Francisco Javier Fragoso, explicó que sólo se permite la ampliación de plazos "ante causas excepcionales no imputables a la Administración: si se encuentran yacimientos arqueológicos, hay lluvias excepcionales o granito en el subsuelo".

Por su parte, el portavoz del PSOE, Celestino Vegas, manifestó ayer a través de un comunicado que "Celdrán es el único culpable de que la piscina permanezca cerrada este verano", ya que según recordó ésta era una obra presupuestada desde hace años, "en el 2008 se presupuestó con 900.000 euros", por lo que podría haber empezado las obras en otoño del 2008.