El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, reconoció ayer que en la ciudad existen muchas irregularidades urbanísticas, que además datan de hace años. En concreto, puso el ejemplo de la última planta del hotel Lisboa, "una irregularidad urbanística gordísima" pero que no ha dado lugar todavía al derribo. Según el alcalde "de esas hay cuarenta, muchas no las conocemos y cuando hay una denuncia, nuestra obligación es atenderla, pero si no la sabemos, el que no conoce es como el que no ve".

Celdrán hacía estas declaraciones como respuesta a una pregunta sobre el informe jurídico que ha detectado infracciones en Golf Guadiana. Sobre esta actuación, dijo que se seguirá adelante "intentando perjudicar lo mínimo a los ciudadanos y con todo lo que la ley ha establecido". "Todo lo que dice el informe se llevará a cabo", afirmó.

MERCADO Respecto al mercado de Santa Ana, que el ayuntamiento ha ofrecido a la Junta para ubicar un Espacio para la Creación Joven, el alcalde reiteró que Badajoz necesita poner en marcha este proyecto pero la respuesta de la Consejería de Cultura ha sido "una indefinición". Celdrán confirmó que es "difícil" la reconversión del mercado, por eso ve imprescindible "que la Junta y nosotros vayamos de la mano", a sabiendas, según sus datos, de que en otros sitios la consejería ha acometido toda la obra de rehabilitación.

Celdrán sigue empeñado en que la única forma de recuperar este edificio sería "meterlo en una campana de cristal, porque sin aire acondicionado ni calefacción, quién se va ahí". Respecto al concurso de ideas anunciado, el alcalde dijo que "me gustaría hacerlo todo, ¿pero de dónde saco el dinero? porque hay muchas necesidades que cubrir en este ayuntamiento", se preguntó, al mismo tiempo que invitó a los ciudadanos de Badajoz a que transmitan al ayuntamiento ideas sobre el mercado.

Del mercado habló ayer el concejal de IU, Manuel Sosa, quien auguró que no va a haber ninguna actuación en Santa Ana debido a que "estamos ante el habitual enfrentamiento entre Junta y ayuntamiento" en el que ambas partes mantienen "posiciones partidistas".