Un votante del PP comentaba ayer que no entendería que el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, se marchase ahora, sin terminar la legislatura, porque los pacenses lo habían elegido a él como candidato para que gobernase durante cuatro años y no a quien el partido designe como su sucesor, que debería someterse al examen de las urnas antes de ocupar el sillón de presidente de la corporación municipal.

Era la opinión de un ciudadano, vertida sin conocer aún las razones que llevarán a Miguel Celdrán a renunciar a la alcaldía a mitad de legislatura, una decisión que hará pública el lunes en rueda de prensa, según corroboraron ayer fuentes de su entorno más cercano, aunque Celdrán ni confirma ni desmiente sus intenciones, que desde hace semanas se vienen rumoreando en la ciudad pero a las que hasta ahora no se ha puesto fecha. Aunque no es menos cierto que la mayoría de los concejales del PP y del personal de confianza del ayuntamiento se enteraron ayer.

En la calle, Celdrán fue abordado por la mañana por los medios de comunicación y aunque contestó a todas las preguntas sin perder el sentido del humor, lo hizo sin concrecciones y dando largas. Lo que sí dijo con claridad es que "con la edad que tengo no es descabellado irme, porque algún día me tendré que ir, o me voy o me recoge el Señor, eso está bien claro". Sí confirmó que es cierto que va a convocar una rueda de prensa el próximo lunes, pero no quiso especificar para qué. "El lunes si es necesario hacer una rueda de prensa se hará, porque a lo mejor hay que hacerla para aclarar muchas cosas, pero es que esto es como el que tiraba al plato con un tic nervioso y acertaba siempre, porque apuntaba a todos lados, pues aquí pasa igual", dijo, queriendo dar a entender que todas las opciones son posibles.

"Yo no sé la salud que me dará Dios ni a mi familia y cuando uno llega sabe que se tiene que ir, pero me pasa a mí, a los toreros, a los médicos, a todos nos llega la edad y yo creo que ya tengo una edad", insistió, dejando claro que la decisión que tome tiene mucho que ver con que va a cumplir 73 años, exactamente el próximo lunes, 4 de marzo.

Celdrán se limitó a señalar que todo lo que se ha publicado hasta ayer sobre sus intenciones al frente de la alcaldía son "rumores" y que cuando tome una decisión la hará pública ante todos los medios de comunicación "al mismo tiempo". "Yo no tengo nada que decir --comentó-- y si llegara el momento lo diré para todos igual, porque ya se apuntó que me iría en junio, en diciembre, en febrero, el año que viene y cuando me case otra vez, y así alguna vez acertarán", bromeó. Al ser preguntado directamente sobre si iba a renunciar a la alcaldía contestó: "¡Yo que voy a renunciar!". Y a la pregunta de si su intención es terminar la legislatura también respondió con una evasiva: "Mi intención es ser feliz, lo demás es transitorio, todo es pasajero".

Pasajero o no, lo cierto es que esta situación se plantea cuando aún no han pasado dos años desde que Celdrán fuese reelegido por quinta vez consecutiva alcalde de Badajoz, siempre con mayoría absoluta. Y aunque nunca se confirmó oficialmente, en las últimas elecciones municipales fue el partido el que le insistió para que volviese a presentarse, asegurando los votos en Badajoz a José Antonio Monago y para dar tiempo al nuevo candidato a darse a conocer. Desde mucho antes ya apuntaba maneras el primer teniente de alcalde, Francisco Javier Fragoso, que conoce bien desde dentro los engranajes de la Administración y del gobierno local y sobre cuyas espaldas Celdrán ya carga buena parte de las decisiones en el consistorio, aun sin dejar de seguir al frente. Cuando Celdrán se marche, correrá la lista del PP y la siguiente en entrar es Guadalupe Rubio Figuerola, que fue secretaria de Consuelo Rodríguez en la Asamblea de Extremadura.