Resulta desesperante volver sobre algo que ya ha sido varias veces objeto de atención -y de preocupación-, años atrás, pero sigue repitiéndose de modo cansino, por falta de solución. Me refiero a la escandalosa cuestión del cementerio musulmán de Badajoz. No confundan los términos, hablo de una parcela en una de las necrópolis municipales donde los seguidores del islam puedan reposar, según las normas que establece su religión. Si el lugar es una instalación -un servicio- pública da igual que se llame católica o no. A quien no lo sea esta circunstancia ha de parecerle indiferente. Todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley y no debemos discriminar a nadie por sus creencias. Este es un país aconfesional, por mucho que, de nombre, sea mayoritariamente católico.

Dicho lo cual, sorprende y, sobre todo, escandaliza que el imán de la comunidad musulmana -una buena parte de ella tiene pasaporte español- venga pidiendo, desde hace años y con una paciencia encomiable, incluso excesiva, un lugar para enterrar a sus fieles difuntos. Nada especial, ni desusado, en poblaciones donde no impere el cerrilismo. Ni legal, ni ritualmente hay impedimento alguno y hay ejemplos sobrados en España donde ya existen soluciones como la demandada. ¿Qué impide al Ayuntamiento acceder a la petición? Se han expresado justificaciones de muy dudosa veracidad. La única explicación lógica puede ser: al Sr. Alcalde y a su equipo de gobierno no les da la real gana. Y punto. No tienen la menor intención de solucionar los posibles problemas técnicos. Nunca la han tenido. Aunque, pensándolo bien, nadie debía extrañarse. Nuestro edil se presentó en la Casa Árabe de Madrid a promocionar Badajoz, explicando, precisamente allí, sus orígenes árabes. Había, entre un numeroso público, varios embajadores de países con mayoría musulmana. Pues bien, no tuvo empacho en afirmar que IbnMarwan -el Fundador- era un renegado, porque es sabido que su familia se convirtió al islam. Extraordinaria tarjeta de visita. No me sorprende lo demás, hablamos de racismo interiorizado. Pero me parece un asunto de conciencia protestar por esta situación. Este Ayuntamiento tiene demasiadas campanas y pocas luces. Además.