Alrededor de un centenar de personas acudieron ayer al Cementerio Viejo para rendir tributo a los pacenses muertos durante la toma de Badajoz en 1936. Por primera vez en este acto, convocado por el PSOE y UGT, se escuchó música: Alejandro Kurtz interpretó El canto de los pájaros al violonchelo tras colocar las coronas y ramos de flores sobre el monumento conmemorativo y la fosa común. "Es la misma canción que tocó Pau Casal en Naciones Unidas como un homenaje a la paz", recordó el secretario provincial de los socialistas, Francisco Fuentes, al inicio de su intervención.

Ante militantes del PSOE, IU, miembros de UGT y familiares de los fallecidos, Fuentes defendió que el acto en el cementerio "no va contra nadie", sino que pretende recordar a las miles de personas que murieron durante la toma de Badajoz "no en un conflicto bélico --dijo--, sino fusilados en la plaza de toros y en otros sitios simplemente por ser republicanos, socialistas o por haber estado en una manifestación del Primero de Mayo".

El dirigente del PSOE criticó que muchos "clamen" porque tras 71 años se siga realizando este homenaje e invitó a los presentes a que cuando se les pregunte por qué van al cementerio cada 15 de agosto respondan tres cosas: "Primero, porque nos da la gana; segundo, porque queremos recuperar una parte importante de la historia que no se nos contó durante decenas de años; y tercero, porque no queremos añadir a la injusticia y miseria de tanta gente el olvido".

Fuentes cuestionó a los sectores que tienen "teorías" sobre la memoria histórica y defendió que la ley que se aprobará "reparará algunas de las injusticias" porque lo qué pasó hace 71 años no se quedó ahí, sino que las familias de los fallecidos sufrieron "un ensañamiento brutal" hasta principios de los 70.

Al acto asistieron la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, el secretario de UGT, Angel Llinás, y concejales socialistas como Francisco Muñoz, entre otros.