El proyecto de un nuevo centro comercial en los terrenos de la antigua Hering ha generado distintos posicionamientos entre el empresariado de Badajoz. Aunque la patronal, representada por Coeba, es clara en su defensa de la libertad de empresa y deja abierta la puerta a que puede ser un proyecto que beneficie a la ciudad como ocurrió con otros que también provocaron recelos en sus inicios (léase El Corte Inglés), por otro lado dos sectores valoran desigualmente esta inversión anunciada: el de turismo la considera muy beneficiosa, mientras que el comercio se teme que la ubicación de esta oferta servirá de barrera para impedir que los clientes portugueses entren en la ciudad.

El secretario general de la Confederación de Empresarios de Badajoz (Coeba), Juan Manuel Arribas, al ser preguntado por los medios de comunicación sobre este tema, aclaró ayer que partiendo de que hay determinados posicionamientos de agrupaciones del comercio que no ven con buenos ojos este proyecto, desde Coeba tienen que abanderar el respeto a la libertad de mercado y de empresa y, si la propuesta se atiene a la ley, solo pueden darle la bienvenida y confiar en que sea "aprovechable para todos", dijo Arribas. En sus manifestaciones, el secretario general recordó que ya ha habido proyectos que provocaron algún tipo de alarma y la experiencia ha demostrado que "han sido proyectos a sumar y a favorecer nuestro desarrollo".

También confía en que será beneficioso el presidente de la Confederación de Empresarios de Turismo (Cetex), José Luis Ascarza, quien afirma sin rodeos que este nuevo centro comercial "le va a venir muy bien al sector" siendo la promotora una firma de reconocida seriedad, "porque atraerá gente a la ciudad y todo lo que venga de inversiones, bienvenido sea". Aclara además que la oferta de hostelería que haya en este centro no competirá con la que se ofrece en la ciudad. Ascarza no cree que sea una barrera sino que siempre habrá gente que entre hasta el centro de Badajoz, donde existen las tiendas de Menacho y El Corte Inglés. El presidente de Cetex dice que los recelos han surgido entre gente "más miedosa, que cree que todo lo que se hace fuera le perjudica".

TEMOR Miedo a las consecuencias expresan las asociaciones de comerciantes. En Valdepasillas, Pilar Barrientos, recalca que este centro sería "un muro" para el comercio del resto de la ciudad y Emilio Doncel, de Menacho, cree que si todo se monta en Caya, la plataforma logística, el AVE y este nuevo proyecto, entonces "la gente no vendrá al centro y se quedará en aquel entorno". Barrientos piensa que la oferta comercial de Badajoz está ya saturada y Doncel que serán más a repartir la misma tarta. Para la presidenta de Valdepasillas la solución pasa por aprobar una moratoria, mientras que Menacho defiende campañas de promoción de la ciudad, desde el punto de vista comercial, gastronómico y turístico, para fidelizar a la clientela y anticiparse a las posibles consecuencias.

José Antonio Trejo, de la Asociación de Comerciantes de Santa Marina, avisa de que todavía el terreno de la Hering se tiene que recalificar; por eso apunta que el ayuntamiento tiene mucho que decir. "Sobre ellos --dice-- recae mucha responsabilidad y tendrán que ver los pros y los contras". "Yo en su lugar me pensaría muy mucho conceder esa licencia", añade. En Santa Marina sugieren que habría que reunir a los sectores implicados e intercambiar opiniones antes de tomar una decisión.

Ascarza recomienda que lo que tiene que hacer el comercio del casco urbano es "especializarse", como está haciendo Menacho, Valdepasillas o San Roque con los centros comerciales abiertos, "y ser mucho más verticales en sus actividades".