A pesar de las dificultades derivadas de las restricciones por la pandemia del coronavirus, el Centro de Promoción y Empleo de Cáritas de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz ha logrado mantener sus diferentes servicios activos y en el 2020 atendió a casi 650 personas, de las 335 acudían a este recurso por primera vez. De todos ellos, 106 consiguieron encontrar un puesto de trabajo.

El perfil más numeroso que acude a este recurso se sigue correspondiendo con el de una mujer mayor de 45 años, parada de larga duración y con escasa formación. De hecho, el 62% de los usuarios atendidos el año pasado fueron mujeres y del total de personas que pasaron por el centro, cerca de un 42% tenía más de 45 años; el 28%, entre 36 y 45 años; casi el 21%, entre 25 y 35; y solo el 8,7% eran menores de 25.

El objetivo de este programa de Cáritas es mejorar la empleabilidad de personas en situación de exclusión social para facilitar su acceso al mercado laboral, aunque también cubrir las necesidades que tengan en otros ámbitos. Según explicó la directora del centro, Ahinara Mendo, el confinamiento a causa de la pandemia obligó a «dar un giro» en las intervenciones, pasando a atender de manera telefónica y telemática a los usuarios que tenían acceso a estos medios, pues en muchos su situación de vulnerabilidad se agravó aún más y no podían disponer de ellos. Por eso, la respuesta a estas personas tuvo que ir «más allá del empleo», derivándolas a otro servicios de la oenegé, pues la prioridad era poder cubrir sus necesidades más básicas.

El centro de promoción y empleo, con sede en el Cerro de Reyes y puntos de orientación en el Gurugú y Mérida, puso en marcha la formación online, lo que permitió atender a usuarios de diferentes puntos de la provincia, y adaptó la oferta formativa a los cambios que la crisis sanitaria ha provocado en el mercado laboral. Esto, además de la demanda de perfiles de las empresas con las que colaboran para la inserción laboral de los usuarios, también se ha tenido en cuenta a la hora de elaborar el programa de cursos para el 2021, que cofinancian el Fondo Social Europeo a través del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (Poises 2020-2023) y la propia Cáritas.

Así, se impartirán Diseño y construcción de carpintería, en la modalidad de puesto de trabajo; Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales (certificado de profesionalidad); Multiservicios (formación en puesto de trabajo); Profesionales del hogar y cuidado de personas mayores (taller prelaboral); Plaguicidas de uso agrícola nivel cualificado (online); y Operaciones de auxiliares de almacén (certificado de profesionalidad). En cada caso, se exigen requisitos distintos, pues de lo que se trata es de dar respuesta a los diferentes perfiles de los usuarios.

De las seis acciones que se ofertan este año, cinco serán presenciales y una online. «Tenemos instalaciones que nos permiten que en cada curso puedan formarse 15 alumnos respetando todas las medidas de seguridad y con garantías», apuntó Mendo.

Además de formación, en el centro se ofrece asesoramiento y orientación laboral de manera individualizada, realizando un diagnóstico de necesidades y proporcionando a los usuarios, a quienes se acompaña en todo el proceso, las herramientas necesarias para facilitar su incorporación al mundo laboral.