Casi ocho años después de la fatídica riada de noviembre de 1997, Cáritas ha visto cumplido su deseo de que parte del dinero donado por muchos ciudadanos solidarios para los damnificados se invirtiera en algo que perdurase en el tiempo, que fuera de utilidad para el barrio más afectado por la riada, --el Cerro de Reyes-- y, sobre todo, para aquellos colectivos con mayores dificultades. Pese a la incompresión y las críticas que esta idea suscitó por parte de varios colectivos, que consideraban que el dinero debía llegar de forma directa a los damnificados, ese deseo se transformó en realidad: un edificio de más 1.047 metros cuadrados, ubicado en la avenida de la Radio, se erige tras la parroquia del Cerro de Reyes, convertido en centro de formación para el empleo dirigido a jóvenes y mujeres.

Este centro de Cáritas, que ha supuesto una inversión de 845.908 euros, fue inaugurado ayer de forma oficial por el arzobispo Santiago García Aracil en un sencillo acto, al que asistieron el director general de Migraciones, Cooperación y Prestaciones, Miguel Casado, el director provincial de Educación, Enrique Pérez, y la directora de Instituto Municipal de Servicios Sociales, Pilar Morales.

BUSQUEDA DE EMPLEO Cáritas trasladó a este centro su programa de empleo que incluye un pretaller y un taller de electricidad, que cuenta con 15 alumnos cada uno. Están dirigidos a jóvenes en situación de fracaso escolar y el taller está concertado con la Consejería de Educación, a través de los Cursos de Competencia Profesional, según explicó el director de Cáritas, Andrés Guerra.

También imparte un pretaller de reutilización de ropa usada destinado a formar a mujeres "con el fin de que puedan acceder a empleos con cierta entidad, y no sólo a limpiar", señaló. A él asisten 10 alumnas. A estos servicios se suma el proyecto denominado Aldaba, que incluye un Servicio de Orientación Laboral y Talleres de Búsqueda de Empleo.

El 60% de la financiación del centro (488.725 euros) ha sido costeada con fondos Feder, un 35,52% (300.506 euros) salió de las donaciones cedidas con motivo de la riada y Cáritas aportó de sus propios fondos el 6,70% restante (56.677 euros).

DOS CENTROS El arzobispo mostró su satisfacción por la aportación que supondrá este centro a la educación y a los más desfavorecidos, líneas fundamentales de la Iglesia, y destacó la colaboración entre las diferentes instituciones. También el director general de Migración, Cooperación y Prestaciones destacó la importancia de la formación para la inserción de los colectivos menos favorecidos en el sistema laboral.

En los planes de Cáritas no sólo estaba previsto este centro, construido en terrenos cedidos por la Junta de Extremadura, sino que también contemplaba otro en la barriada de Suerte de Saavedra. En este caso, Andrés Guerra anunció que la ONGG ya tiene el convenio de cesión de una parcela de uso social en este barrio, por lo que están pendiente de la firma de las escrituras. A diferencia del edificio del Cerro de Reyes, que ninguna de las administraciones quiso quedarse con él, "el ayuntamiento ha mostrado interés por quedarse con el que se construya en Suerte de Saavedra", señaló.