El nuevo Centro Hermano de Cáritas ya está listo. Las obras de reforma y de adecuación de un aulario externo de la antigua Escuela de Ingenieros Industriales (ITI), unas instalaciones que han sido cedidas a la organización humanitaria por la Universidad de Extremadura (UEx) por tres años, están terminadas y el centro, que ya cuenta con algo parecido a una lista de espera, abrirá la semana próxima, según Juan de Mata López Medina, voluntario y responsable del Programa Diocesano para los Sin Techo.

Juan de Mata preparaba ayer en las nuevas instalaciones, con el equipo encargado de atender a los transeúntes, el programa de trabajo para "abrir de inmediato; recibimos muchas llamadas diciéndonos que hay gente en la calle, voluntarios que conocen a personas que necesitan acogida urgente", afirmó.

El edificio está completamente preparado. Ayer los operarios se encargaban de los últimos remates y de la limpieza del exterior, mientras esperaban los muebles que tienen repartidos por distintos lugares.

Tiene unos 300 metros en una sola planta y su interior ha sido totalmente renovado y adaptado a las necesidades del centro, tabicada para hacer dormitorios, despachos, servicios, cocinas, etc, "esto antes, había que verlo, parecían las imágenes que salían en televisión de Sarajevo", señaló Juan de la Mata. "Y se ha hecho en un tiempo récord; hay que felicitar a la empresa".

EL EQUIPO Ayer mismo continuaba el proceso de formación del equipo de trabajadores, formado por un coordinador, una trabajadora social, tres educadores, un ayudante de educador y un conserje, que forman la plantilla de Cáritas, y por un grupo de una docena de voluntarios, de entre 30 y 35 años, que se encargarán, sobre todo, de acompañar a los residentes, ya sea durante el juego o los paseos por el centro y los alrededores, como para ir al médico, al CEDEx para llevar las analíticas de las personas con toxicomanías para los controles, o para acompañarles incluso a la piscina de La Granadilla, pues el ayuntamiento reserva unas plazas para este colectivo.

El Centro Hermano de Cáritas para transeúntes se cerró el 30 de septiembre del año pasado, cuando Renfe recuperó el edificio que tenía cedido y la organización no logró obtener un espacio alternativo de ninguna otra institución, a pesar de que se contempló la posibilidad de otro edificio en el campus o en Caya.

Esa situación ha hecho que Badajoz haya pasado todo el invierno sin este servicio, "y ha sido verdaderamente dramático ver a gente que estaba con nosotros y que no tenía a donde ir, gente que ha pasado el invierno en la calle", manifestó Juan de Mata, quien señala que el nuevo centro tendrá capacidad para unas 25 personas.

Ayer mismo llamaron responsables del Proyecto Vida para preguntar si ya podían mandar a varias personas con necesidad imperiosa de ser acogidas. "Esto --añadió López-- significa que hay una gran necesidad en la ciudad de este servicio, y espero que hayamos aprendido la lección del cierre".