El Hogar del Pensionista de Cerro de Reyes, que tiene su dirección en el número 18 de la calle Vicente Paúl de esa barriada, denuncia el estado de «abandono, de suciedad, de malos olores y otros peligros» en el que se encuentra su entorno y que afecta a los usuarios del centro de forma habitual.

Si bien es cierto que ahora la afluencia de socios es mucho menor debido a que las personas mayores que acudían normalmente a estas dependencias «tienen miedo de salir por la situación de la pandemia de coronavirus y vienen muchas menos», las consecuencias de ese abandono las siguen sufriendo los usuarios que sí hacen uso de él. Así lo ha manifestado a este diario Antonio Ramírez, presidente del hogar.

Ramírez denuncia que el abandono de esa parte del barrio afecta a quienes acuden al centro, debido sobre todo a la existencia, enfrente de sus instalaciones, de una casa «que está en ruinas, que está pendiente de derribo, pero que no acaban de realizarlo y que es un verdadero nido de ratas».

Esa edificación también supone «un peligro real», dado que «hace un año se derrumbó un muro», en una zona próxima al espacio que antes utilizaban como pista para jugar a la petanca, pista que además supone un riesgo para las personas del entorno porque «está completamente invadida por maleza y todo tipo de bichos y que, además, puede arder con facilidad», ha explicado.

También destaca Ramírez que sufren malos olores derivados de la suciedad y de los contenedores que se sitúan enfrente del hogar, de lo que se quejan habitualmente los usuarios del centro. Por ello reclama «que se derribe la edificación, que se limpie y desbroce toda la zona, que se limpien los contenedores y que se fumigue para acabar con las ratas y otros bichos».

El Hogar del Pensionista de Cerro de Reyes cuenta con más de 400 socios, abre a diario de 9.00 a 15.00 y de 18.00 a 2.00 horas y en la actualidad mantiene restringidas sus actividades como medida de protección para evitar contagios, «ya no se puede jugar al dominó, ni a las cartas, ni se imparten las clases de gimnasia tres días a la semana, solo abre el servicio de bar, al que puede entrar todo el mundo, y que ahora cierra unos días por vacaciones», afirmó Ramírez.

Según el presidente del hogar, han informado de esta situación en varias ocasiones al ayuntamiento, «hemos dado cuatro o cinco avisos», pero «hasta la fecha no se han tomado medidas para resolver el problema».

Preguntado el equipo de gobierno sobre las quejas del centro de mayores, manifestó en cuanto a la casa que es «una de las de la riada, que ya es del ayuntamiento y que está pendiente del proyecto de derribo», mientras que sobre la limpieza de la zona esperaba una respuesta del concejal del área.