La margen derecha del Guadiana trabaja en un proceso de desarrollo comunitario con el objetivo de hacer un diagnóstico social del estado de los barrios y su población, para detectar los problemas que padecen --pueden ir desde el absentismo escolar a los embarazos no deseados de jóvenes, por ejemplo--, y ponerles solución de una forma integral e interdisciplinar.

La idea surgió de profesionales del centro de salud de San Fernando, Ignacio Maynar y de Lola Fernández, que llevan años trabajando en formación y prevención, a raíz de una demanda de educación para salud del Instituto San José, y vieron que tras años de trabajo no lograban transformar la realidad.

Expusieron a la Administración sanitaria la necesidad de trabajar, conforme a la Ley de Sanidad, con un modelo sistematizado y con la participación de la población. Ya conocían la labor del sociólogo italiano Marco Marchioni, por lo que le propusieron para estableciera un método de trabajo. La gerencia lo contrató y liberó a la trabajadora social Carmen Matas para coordinar el proceso, que según contó, "no es un proyecto al uso con objetivos en un plazo, sino algo más complejo y abierto".

MULTIPLICACION DE RECURSOS Los contactos comenzaron en noviembre del año pasado con idea de reunir a todas las entidades, a profesionales, recursos, colectivos e instituciones que desarrollan alguna labor en la margen derecha, "recursos técnicos y profesionales que se han multiplicado pero sin estar integrados ni coordinados". Fue el equipo de Atención Primaria, que tiene una relación directa y cotidiana con la población, el que advirtió de que nada sería posible sin una mayor participación ciudadana.

Así nació el Proceso de Desarrollo Comunitario de la Margen Derecha del Guadiana , para organizar "un espacio de encuentro e intercambio, colaboración y coordinación", y elaborar "un diagnóstico comunitario de la zona que permita construir un instrumento científico de conocimiento de la realidad, para comprenderla de forma global y aportar soluciones a las necesidades y potencialidades determinadas por el diagnóstico". Ello, según Matas, "no será posible sin la implicación ciudadana", y sin "el papel que debe jugar el ayuntamiento, por su relación con los vecinos".

Lola Fernández explicaba que "nos dimos cuenta de que trabajamos en las consecuencias de los problemas, pero no hacemos nada en prevención. Lo que hacíamos aquí era voluntariamente, pero no impulsado ni reconocido por la Administración, por lo que esas actuaciones no eran transformadoras. Quisimos implicar a la Administración sanitaria y la Gerencia de Atención Primaria lo vio claro".

REPRESENTACION En la última reunión participaron 75 personas; eran representantes o profesionales de la educación --colegios, institutos, centros de adultos, orientación educativa y psicopedagógica--, de centros y residencias de mayores, farmacias, equipo de cuidados paliativos, centro de drogodependientes, planificación familiar, talleres sociolaborales, colectivos de mujeres, de minusválidos, de vecinos, juveniles, de viudas, de padres y madres de alumnos, médula ósea, Cáritas, o Plataforma de Los Colorines.

Asimismo, Carmen Matas, destacó la importancia de elaborar un censo exhaustivo de los recursos disponibles y editar una guía con ellos, algo en lo que ya trabajan los participantes en el proceso, así como determinar lo que une a todos los barrios de la margen derecha, como parte de ese diagnóstico, "ver los elementos comunes y compartidos", como hilo identificador.

Este es "un proceso lento y que requiere la colaboración de las administraciones", dijo Mata. Y añadió que "cada sector intervendrá en cada problema --secuelas psíquicas del paro, sexualidad juvenil-- desde su parcela de forma integrada, como la sanidad, la educación, la planificación familiar, así desde la prevención hasta la asistencia".

REALIDADES QUE NO GUSTAN Manoli Martín, agente de salud para la comunidad, que colabora en el proceso, manifestó que "el centro de salud tiene interés en formar a los vecinos desde un punto de vista sociosanitario, mediante la intervención abierta de toda la población y la respuesta, hasta ahora, ha sido muy positiva". Tanto es así, que "todos los que asistimos estamos convencidos de que a través de nuestra participación podemos cambiar las realidades que no nos gustan, que son muchas".