El vecindario de la barriada pacense de Cerro de Reyes afronta el décimo segundo aniversario de la riada de noviembre del 1997 con ganas de pasar página y de que la tragedia que costó 23 vidas --el cadáver de Antonia nunca apareció-- quede en el recuerdo, sin que ello suponga olvidar a las víctimas, algo de lo que se encargan con la celebración, cada año, de una misa, como explicó a este diario la presidenta de la asociación vecinal, Isidra Méndez.

La misa de aniversario se celebrará este año a las 19.30 horas de mañana sábado en la parroquia de Jesús Obrero, en el barrio construido para el realojo de los damnificados, el nuevo Cerro de Reyes.

Los vecinos de la popular barriada pacense, según Méndez, comienzan a vivir una situación "que ya es bastante buena", en cuanto a la recuperación de la zona, que abarca también a Pardaleras, Suerte de Saavedra y San Roque, según Isidra Méndez. La zona que quedó devastada por las aguas desbordadas de los arroyos Rivillas y Calamón está hoy prácticamente limpia y con un paisaje que ha cambiado todo el entorno, con el parque construido en las riberas de los arroyos hasta su desembocadura en el Guadiana.

De hecho, hoy quedan, según Méndez, "diez o doce casas por derribar, son muy pocas y ya no dependen de las instituciones, sino de que se resuelvan los recursos que presentaron sus propietarios por el precio de las expropiaciones".

Los vecinos intentan vivir con normalidad pero una cosa les sobresalta: "Cada vez que llueve, siempre se oyen comentarios de lo que ocurrió, deseando que no llueva tanto como aquella noche", señaló Méndez.