Los vecinos del Cerro de Reyes han solicitado al Ayuntamiento de Badajoz que se amplíe el horario de la biblioteca municipal de la barriada, que en la actualidad solo abre dos horas de lunes a viernes (de cinco a siete de la tarde) y los sábados por la mañana. La presidenta de la asociación vecinal, Isidra Méndez, indicó que a diario acuden a estas instalaciones una veintena de escolares, una cifra que, a su juicio, justifica que las instalaciones se abran al público al menos cuatro horas al día, "por ejemplo, de cuatro a ocho de la tarde, sobre todo durante los meses de colegio", sugirió.

Isidra Méndez alabó la calidad y cantidad de los fondos que guarda esta biblioteca, a la que niños de la barriada acuden a estudiar o a utilizar los ordenadores, pero lamentó que el limitado horario no permita a los escolares sacar más partido a estas instalaciones.

Otra de las quejas de los vecinos referidas a la biblioteca es el "lamentable" estado en el que se encuentra el exterior del edificio a causa de los actos vandálicos. Las paredes están repletas de pintadas, las puertas han sido forzadas en numerosas ocasiones y las ventanas apedreadas por los gamberros. "Rara es la semana que no hay que poner una cerradura nueva", apuntó Isidra Méndez.

FOGATAS Y BASURA Además, en los alrededores del inmueble se acumula la basura y es frecuente que grupos de jóvenes hagan fogatas junta a él. De hecho, ayer mismo se podían ver restos de varias sillas quemadas.

La presidenta vecinal está convencida de que los autores de estos actos vandálicos son siempre las mismas pandillas de jóvenes, por lo que solicitó mayor vigilancia policial para que, al menos, con la presencia de los agentes se ahuyente a estos grupos.

También son frecuentes los ataques que sufren las pistas deportivas que hay cerca de la biblioteca, sobre todo, la tela metálica que las rodea, en la que se han hecho numerosos agujeros. Los vecinos critican que a pesar de que los niños las usan los fines de semana para jugar al fútbol o al baloncesto, "nadie" se encarga de su cuidado, por eso los alrededores están llenos de pastos, basura y heces de perros. "Están como no deberían estar, abandonadas", lamentó la presidenta vecinal.