Los vecinos del Cerro de San Miguel reclaman que se subsanen algunas deficiencias de la obra de urbanización que se llevó a cabo el pasado verano en el barrio con dinero del Fondo Estatal de Inversión Local, el I PLan E.

Desde que en octubre concluyó esta actuación, la presidenta de la asociación de vecinos, Amelia Tinoco, espera ser atendida por responsables municipales para exponerles la situación en la que han quedado algunas calles después de la obra, "para que se puedan corregir antes de que finalice el plazo para reclamar", según señaló.

La principal queja del barrio es que no se han asfaltado en su totalidad ni la calle Primavera ni la calle Otoño, cuando estaban incluidas en el proyecto. Esta actuación ha sido dejada por el ayuntamiento en manos de los promotores privados que construyen en la zona, según Amelia Tinoco, quien afirmó que en el caso de las viviendas que llevan años construidas "las aceras las tienen que hacer los vecinos".

El problema ha llegado con las lluvias de este invierno, ya que al seguir siendo de tierra algunos tramos de estas calles, la lluvia arrastra el barro hacia otras que han sido asfaltadas y "tapona los imbornales creando balsas de agua", como es el caso de la calle El Verano esquina con Sánchez Silva, donde el barro y el agua llegan hasta la acera y los vecinos tienen que barrer el agua no entren en las cocheras.

DESORDEN También lamentan que no se ha completado la señalización viaria ni el alumbrado público, que en muchas calles es inexistente. "Si entra alguien que no conoce el barrio no sabe qué calle es de entrada y qué calle de salida, ya que han puesto sólo dos señales y para colmo en medio de la acera, con lo que los peatones no pueden pasar", señaló Amelia Tinoco.

En la calle El Verano y en las traseras de Sánchez Silva tampoco hay iluminación, por eso las familias que residen allí esperan que el ayuntamiento les dé una solución.

Los vecinos del Cerro de San Miguel solicitan además que se repare el socavón que se ha abierto en medio de la calzada de la parte nueva del barrio debido al movimiento de camiones que han estado trabajando en la Escuela Taller.

UNA LASTIMA La presidenta del colectivo vecinal cree que es una "lástima" que se hayan invertido 360.000 euros "y las cosas no se dejen en condiciones", por lo que concluye que después de las numerosas movilizaciones que han realizado los vecinos en los últimos años para que urbanicen sus calles "lo único que han querido al final hacer con esto es callarnos la boca".

Según señaló, en noviembre solicitó una entrevista con el concejal del área Francisco Javier Fragoso "y todavía estoy esperando", y también le trasladó estas quejas al jefe del servicio "y me dijo que se pasaría, pero yo no lo he visto por aquí".

Esta obra, realizada por la empresa Imesapi, venía siendo muy demandada por los vecinos, que llevaban 20 años viendo sus calles sin firme, llenas de tierra y y sin una ordenación. Tampoco tenían una pavimentación unificada ni con continuidad, puesto que las viviendas se fueron construyendo a lo largo de estas dos décadas en el Cerro de San Miguel de forma anárquica, por ello se fueron resolviendo las necesidades puntuales de cada una de ellas sobre la marcha.

El proyecto financiado por los fondos del I Plan E consistía en la pavimentación de la totalidad de las calles, dotándolas de calzadas, acerado y bordillos delimitadores, así como la red de saneamiento, abastecimiento y red subterránea de electricidad. Todo ello se iba a completar con la señalización de viales y farolas.

Además, los vecinos pidieron mobiliario urbano, como papeleras, bancos y juegos infantiles.