Cheles sufrió ayer un duro golpe al perder a tres jóvenes vecinos de esta localidad, de 16, 18 y 19 años, dos hermanos, cuando el coche en el que circulaban, un Seat Ibiza FR amarillo, con matrícula 8165 FGK, se salió de la carretera BA-057 que lleva a Villanueva del Fresno, a tan sólo tres kilómetros de su pueblo, cuando atravesaban el puente sobre el arroyo de los Cabriles.

No eran todavía las 15.30 horas cuando José Francisco Rodríguez Gallanas, de 19 años, conducía el coche que se había comprado hacía menos de dos meses, acompañado por su hermano Alfredo, de 16 años, y David González Huertas, de 18, primo segundo de los otros dos. Al tomar la curva se salió de la calzada, tras lo cual impactó contra un montículo de tierra y cayó en una zona próxima a la rivera, a punto de caer al arroyo, muriendo los tres en el acto. Un hombre que cogía espárragos en la zona fue el que avisó del accidente e intentó auxiliar a los chicos, uno de los cuáles quedó atrapado y su cuerpo tuvo que ser sacado del coche por los bomberos.

LA AYUDA DE VECINOS La noticia corrió como la pólvora, por lo que muchos vecinos se acercaron hasta el lugar para conocer lo sucedido. Se movilizaron numerosos recursos de las localidades del entorno, bomberos, ambulancias, Guardia Civil y Cruz Roja, pero no pudo hacerse nada para salvarles la vida.

El suceso conmovió a la población de Cheles, de donde minutos antes habían salido los tres chicos con vida para tomar un café en Villanueva del Fresno. José Francisco trabajaba en el concesionario de la Ford de Badajoz y su hermano Alfredo estudiaba un módulo de electricidad en el IES de Alconchel. Ambos eran huérfanos de padre desde hacía 14 años y su madre era muy conocida en el pueblo porque al quedarse viuda muy joven y con tres hijos pequeños trabajaba de empleada de hogar.

David había empezado a trabajar como albañil en Oliva de la Frontera y tenía una hermana melliza, Lorena.

Muchos jóvenes del pueblo, amigos de los fallecidos, no podían creer lo sucedido, algunos dijeron haberles visto comer algo en el chiringuito de Cheles antes de partir hacia Villanueva. Todos apuntaban a que el exceso de velocidad fue la causa del accidente, el Seat Ibiza que conducía José Francisco tenía una gran potencia, 125 caballos, "un coche de competición y José Francisco tenía el carnet de conducir desde hacía pocos meses", explicó un amigo.

Poco después de la siete de la tarde se produjo el levantamiento de los cuerpos que fueron trasladados al tanatorio de Olivenza, donde hoy se les practicará la autopsia. Aunque se planteó la posibilidad de que la capilla ardiente se instalara en la casa de la cultura de Cheles, su alcalde, Angel García, descartó la idea al aconsejarle los forenses y los psicólogos que no movieran los cuerpos.

En el tanatorio se vivieron dramáticas escenas de dolor, un equipo de un psicólogo y seis técnicos en apoyo humano de Cruz Roja intentaban recomponer a dos madres rotas por la tragedia. Ante el impacto del suceso, Cruz Roja activó un Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia de Apoyo Psicosocial (ERIE). El funeral de los tres se oficiará esta tarde en Cheles.