La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha detectado que las características organolépticas de los vertidos de industrias conserveras del entorno de la ciudad al cauce del río Guadiana «no eran las adecuadas y se ha procedido a la toma de muestras y a incrementar la frecuencia de las inspecciones de las empresas en cuestión». Y añadió que «adicionalmente, se han tomado muestras de las aguas superficiales para comprobar las posibles afecciones».

Así señaló ayer el organismo gestor de la cuenca del Guadiana, a través de una respuesta por escrito a las preguntas de este diario, relativas a la denuncia de la Asociación Salvemos el Guadiana, (ver diario de ayer), que denunció que ha detectado vertidos en el río, en el lugar conocido como Charca Fría, de aguas «negruzcas y pestilentes y gran cantidad de peces muertos».

El colectivo ciudadano denunció la situación ante el Seprona, la CHG, la Delegación del Gobierno, el ayuntamiento y Medio Ambiente de la Junta. En su escrito, señala que «dicho vertidos proceden de las dos fábricas conserveras de tomate, denominadas Agraz y Conesa, existentes en Villafranco del Guadiana», y explicó que presentó fotografías y vídeos del estado del río.

Este diario intentó comunicar con un responsable de las citadas fábricas, que son del mismo grupo, Conesa, sin que al cierre de esta edición se hubiera recibido respuesta alguna.

La CHG recordó en su escrito que establece anualmente campañas de vigilancia sobre actividades industriales estacionales de mayor implantación en la cuenca «que pueden tener un impacto significativo en la calidad de las aguas del dominio público hidráulico»; que mantiene una campaña de vigilancia de empresas conserveras para «controlar el funcionamiento de las depuradoras y la calidad de los vertidos», que centran su actividad entre julio y septiembre.

Añadió que «estas empresas, por el elevado volumen de vertido, no están conectadas a las redes de saneamiento municipal». Y que con el fin de que «extremen las precauciones y se eviten vertidos contaminantes, antes del inicio de la campaña se les remitió escritos informándoles de visitas de inspección».

Así y todo, en algunas inspecciones se ha detectado la situación citada y «se ha procedido a la toma de muestras y a incrementar la frecuencia de las inspecciones» y a tomar muestras de las aguas para comprobar las posibles afecciones. Las muestras tomadas hasta la fecha, «se han remitido al laboratorio y se está a la espera de los resultados analíticos, para en su caso, incoar los correspondientes expedientes sancionadores», indicó.