La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha elaborado un estudio en el que se contempla, en el marco de la lucha contra la especie invasora nenúfar mexicano (nymphaea mexicana zucc), la posibilidad de hacer un dragado del fondo y de realizar aberturas en los muros de los azudes que delimitan el tramo urbano el río a su paso por Badajoz. Esto es entre el azud de Gévora, aguas arriba, y el de la Granadilla, más próximo a la frontera con Portugal, aguas abajo.

Se trata de un estudio específico sobre esta especie invasora, que se aborda tras el plan de choque desarrollado con la Unidad Militar de Emergencias (UME), entre noviembre y marzo pasados, para limpiar el cauce de camalote. Dicho estudio contempla varias alternativas para llevar a cabo el dragado del fondo del cauce para eliminar el nenúfar; una de ellas sería hacer unas compuertas en el azud de Gévora y en el de la Granadilla, que se puedan abrir para verter agua y vaciar el cauce del tramo urbano.

«Uno de los problemas que tiene el azud de la Granadilla es que no tiene desagüe suficiente y es difícil vaciar aquello. Pero esto aún está en fase de estudio, las posibles alternativas», por lo que la decisión de llevarlo a cabo o no, se tomará más adelante, explicó Nicolás Cifuentes, jefe de Servicio Forestal de la CHG.

DESAGÜES EN LOS MUROS / El citado estudio contempla la instalación de unas compuertas en ambos azudes, dado que uno de los problemas que plantea la lucha contra el nenúfar mexicano es que al no haber desagüe de fondo en estos muros, se producen depósitos de limos y se colmata el tramo urbano del río a su paso por Badajoz.

La CHG ha llevado a cabo una batimetría con la UME, según consta en el estudio, y se detectan «lodos en algunas zonas con espesores de hasta 6 y 7 metros. Y el nenúfar es donde se arraiga, en esos lodos», explicó Cifuentes.

«Para que no se depositen los lodos --añadió--, tiene que haber corriente y para eso harían falta desagües de fondo, para abrirlos de vez en cuando y permitir que la corriente los haga circular».

Asimismo, en el estudio se contemplan posibilidades de hacer dragados de diferentes formas, «con compuertas y secando, metiendo maquinaria, o con unas dragaminas especiales, con las que no hace falta vaciar el embalse y se puede trabajar desde la superficie», dijo.

Hay, pues, diferentes alternativas y en el estudio se hace una selección de cuatro o cinco de ellas «que son viables desde el punto de vista técnico, ambiental y económico». Ese documento se ha mandado a consulta a diferentes organizaciones ecologistas, asociaciones ciudadanas y ayuntamiento, «para que expresen su opinión y digan qué les parece”, señaló Cifuentes. Hasta la fecha no se ha recibido respuesta de ningún colectivo ambiental.

La situación actual es que están en estudio las alternativas, sin que haya aún ninguna decisión tomada hasta el momento.