La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha iniciado ya las obras para conectar el nuevo puente de Pardaleras con la antigua Nacional-V y la barriada de Cerro de Reyes. Varias máquinas trabajaban ayer en ampliar los carriles del puente hasta los viales existentes con el fin de poder abrirlo al tráfico.

La confederación concluyó hace varios meses la construcción de este puente, incluido en la obra contra futuras avenidas de los arroyos Rivillas y Calamón, pero no se pudo poner en servicio porque carecía de conexiones, por lo que quedó aislado. Esta situación provocó las quejas de vecinos del Cerro de Reyes y de Antonio Domínguez, que tenían que dar un gran rodeo para pasar de un lado a otro, y temían que esta infraestructura, ya terminada, acabara deteriorándose con el paso del tiempo. También denunciaron el peligro que suponía para las viviendas colindantes, porque a pesar de estar la obra inacabada, el puente era utilizado por algunos vehículos para hacer carreras.

Los operarios de la empresa Ploder echaban ayer el aglomerado en un tramo de unos 60 metros por cada extremo del puente, que se ha conectado por la parte del Cerro de Reyes con la avenida que da hacia la glorieta de Las Grullas, mientras que por el otro lado se conectará con el camino de Calamón para salir en la antigua N-V, por la parte trasera del colegio Pastor Sito.

Una vez concluya el asfaltado y el acerado de las conexiones, se procederá a la señalización y el alumbrado. También se colocará una barandilla de una altura de un metro y medio y seis farolas dobles. Esta obra estará concluida la próxima semana, según el director técnico de la CHG, José Martínez, quien recordó que la decisión de abrirlo al tráfico es competencia del ayuntamiento.

Esta actuación, según recordó, se lleva a cabo a petición del ayuntamiento, que decidió cambiar el uso de una partida de más de 60.000 euros, incluida en el proyecto de los arroyos Rivillas y Calamón, para este fin. Con esa cantidad se habían previsto actuaciones en el patrimonio, como la intervención en el antiguo puente de Las Brujas, en el baluarte del Revellín y en el antiguo molino de La Tarasca.

SALIDA PROVISIONAL El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aún sin aprobar, contempla la construcción de un nuevo vial unido a una glorieta prevista en la antigua N-V. Por ello los vecinos creen que esta obra "es una medida provisional", según el presidente de la asociación de vecinos de Antonio Domínguez, Francisco Javier Gutiérrez, quien recordó que "éste era un enlace necesario para poder abrir el puente al tráfico, y es bienvenido por los vecinos". A pesar de ello, aseguró que el resultado final "es un parcheo, porque lo suyo es que hubieran construido ya el nuevo vial con salida directa a la N-V".

En este sentido, hay vecinos de la zona que creen que con esta solución "se estrangula el tráfico" y se provocarán accidentes, ya que el nuevo puente cuenta con cuatro carriles, dos para cada sentido, que se reducen a uno en la salida hacia el camino de Calamón.