Las tres muertes ocurridas en el tramo urbano del Guadiana a su paso por Badajoz, desde el 14 de abril --de los piragüistas Angel e Isabel en el azud de la Granadilla--; y el pasado 24 --de David, de 17 años, cuando se bañaba en el azud de la Pesquera, en el entorno del Pico--, ha llevado a las autoridades, responsables de servicios de emergencia y de la gestión de la cuenca --Confederación del Guadiana (CHG)--, a plantarse si hay necesidad de establecer algún tipo de medidas para evitar este tipo de tragedias. Sin embargo, las fuentes consultadas por este diario indican que el baño es libre y no se puede prohibir, pero hacen un llamamiento a la responsabilidad y a la precaución.

No obstante, el delgado del Gobierno, Germán López Iglesias, manifestó ayer que se estudiará con la CHG la posibilidad de colocar unas boyas en las zonas de los azuds, como señalización para avisar a los usuarios del riesgo de bañarse en esos lugares. Dijo que "el río es muy grande y por tanto difícil de vigilar", pero que se estudiará la citada medida, si bien alertó de que "si se cometen imprudencias, se suelen pagar", en referencia a los últimos casos.

"Si tenemos vigilancia y no se hacen las cosas como se deben, difícilmente podemos hacer algo; sí es cierto que con el tema del azud, tanto el de La Granadilla como La Pesquera vamos a intentar, con la CHG, poner unas boyas, unas líneas líneas rojas para que no se sobrepasen".

José Martínez, director técnico de la CHG, manifestó que dicha medida se puede estudiar si se plantea, pero que la seguridad siempre dependerá de quien haga uso del río, y señaló que ya se ponen boyas en los embalses, con ese fin. "Es factible", dijo, y añadió: "Hay que ser extremadamente respetuoso y precavido a la hora de realizar actividades que puedan resultar peligrosas en los ríos y arroyos".

Martínez quiso dejar claro que "el baño no necesita autorización según la Ley de Aguas, por lo tanto, cada uno puede practicarla bajo su responsabilidad", mientras que para navegar o para usos consuntivos --para consumir, por ejemplo las graveras--, sí se requiere autorización.

En cuanto a los azuds, "es como todo, los ríos entrañan los peligros que entrañan y hay que ser muy respetuosos y no cometer imprudencias", dijo. En este caso, "al estar en obras todo el tramo urbano del río, hay carteles advirtiendo del peligro, que si no se respetan, puede ocurrir una desgracia". De hecho, "en la Pesquera se han terminado las obras recientemente, y en el azud de la Granadilla, están pendiente de iniciarse para hacer una escala de peces".

El director técnico de la CHG explicó que durante la búsqueda del joven desaparecido en la Pesquera, "el 112 nos pidió que no se desembalsara, para que no aumentara el caudal ni la corriente, pues podría arrastrar el cuerpo y poner en peligro a los submarinistas".