Christopher Lee hinca el colmillo al heavy metal. El gran Drácula de la historia del cine, el Saruman de El señor de los anillos y el actor más prolífico de la historia se ha querido dar un homenaje con motivo de su 91º cumpleaños. Para celebrarlo, ha grabado un disco de rock duro, pero duro de verdad. Se ha buscado malas compañías, que para su propósito eran las mejores, y de la mano de Richi Faulkner, ardoroso y joven guitarrista de Judas Priest que podría ser su bisnieto (cuero negro, cabellera rubia, vatios de sobras, salvajismo a bordo), la criatura sonora ya está en el mercado: Charlemagne: the Omens of Death.

Lee ya ha frecuentado esos pagos. Además de una colaboración con la banda Manowar, la recién publicada es su segunda obra dura a su nombre tras Charlemagne: by de Sword and the Cross, que según el propio artista tenía más dejes "sinfónicos", mientras que el nuevo, avisa, "es un disco cien por cien heavy metal".