Podrían haber sido más los intervinientes, muchos más. Pero todos los que han participado son imprescindibles para desgranar la vida y la obra de Manuel Pacheco (Olivenza,1920 - Badajoz,1998). Cuando se cumple el centenario del nacimiento del poeta, Fundación CB entendió que debe formar parte de su colección de ‘Personajes singulares’ y encargó la coordinación a Moisés Cayetano. El resultado es un libro colectivo: ‘Manuel Pacheco. Centenario de un poeta extremeño universal’. Se presentó anoche en la Residencia Universitaria de Fundación CB (Rucab), en Badajoz.

Manuel Pacheco cumpliría 100 años el próximo 19 de diciembre. Como existe publicada una biografía, de Antonio Viudas Camarasa para la Editora Regional, Moisés Cayetano optó por un libro coral con la participación de investigadores y escritores conocedores del poeta. «Lo investigadores de una manera académica y los escritores, de manera directa». Confeccionó una relación de colaboradores que, al mismo tiempo, le sugirieron otros y resultaron 15 participantes.

Según explica Cayetano, el libro contiene investigación de aspectos claves de la obra de Pacheco. También estudios de sus distintas aportaciones estéticas y, por último, un apartado muy denso de facsímiles de sus escritos. Pacheco escribía siempre sus poemas a máquina, hacía muchas copias y las repartía. De ahí que prácticamente todos los colaboradores del libro tengan copias de los poemas originales. Se han incluido los considerados esenciales para el conocimiento de su obra. Al mismo tiempo se han incorporado inéditos, que nunca se han publicado. Por ejemplo, el poeta Sigfrido Álvarez tiene poemas dedicados a sus hijos y a momentos vividos en compañía. O el propio Cayetano tiene uno que le escribió cuando contrajo matrimonio.

Además de Cayetano y Sigfrido Álvarez, han participado Viudas Camarasa, Rosa Lencero, Luis Limpo, Gregorio González Perlado, Raquel Manzano, Pedro de las Heras, Manuel Pulido, José Antonio Llera, Francisco Joaquín Pérez González, Arturo Sancho, Caridad Jiménez, Carlos Tristancho y Juan José Poblador. En muchas intervenciones del libro está muy presente la vida del poeta, porque estos autores iban a menudo a su casa y, sobre todo, a las tertulias de Esperanza Segura. «Las referencias a nuestras vivencias en estas tertulias son continuas en esta obra», explica Cayetano. Casi todos los colaboradores conocieron al poeta a finales de los 60 y principios de los 70 y muchos eran entonces muy jóvenes. «Para nosotros aquello era un mundo fantástico, porque a las tertulias de Esperanza iba gente bastante progresista y en un ambiente tan cerrado como el de aquella época, conocerlos era asombroso». De tal forma que los marcó muchísimo. Cayetano recuerda que en aquellos encuentros Pacheco era casi la figura central. «Se hablaba de todo, se recitaban muchos poemas y el que más recitaba era Pacheco». Esos poemas eran comentados y daban lugar a aportaciones que tienen su traslación en este libro.