Un centenar de alumnos del colegio Enrique Iglesias volvieron ayer a clase, después de no entrar el jueves y viernes pasados por temor a que hubiese amianto en el ambiente, procedente de la retirada de las cubiertas del centro, de fibrocemento. Al tiempo, 300 escolares se quedaron en casa o acudieron con sus padres al colegio y no entraron al no conocerse aún el resultado de las mediciones de asbestos. También entró todo el profesorado, según confirmó a este diario el presidente de la asociación de padres y madres de alumnos, Lucas García.

La ampa mantiene su postura de pedir a los padres que acudan a las puertas del colegio, preguntar por el resultado de las mediciones y si no tienen garantías, volver con sus hijos a casa. La ampa espera que el jueves como más tarde se conozcan los resultados.