Cientos de niños ataviados con sus trajes de Primera Comunión desfilaron ayer en la procesión del Corpus que comenzó pasadas las ocho de la tarde tras una Eucaristía en la catedral, presidida por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil.

Los niños que realizaron este año la Primera Comunión se unieron a la procesión del Cristo Sacramentado, en la que participaron todas las hermandades y cofradías de la ciudad, así como asociaciones católicas, como la Adoración Nocturna o Cáritas. Jóvenes confirmados ayudaron a llevar la custodia.

El recorrido discurrió por varios puntos céntricos, como San Francisco, Menacho y plaza de Minayo. Se instalaron tres altares, junto al convento de las Descalzas, en San Francisco y delante del hospital provincial.