Los gobiernos de Zapatero y Sócrates, es decir de España y Portugal, decidieron impulsar la colaboración científica de los dos países creando el Instituto de Nanotecnología en Braga y el Centro Ibérico de Energías Renovables y Eficiencia Energética (CIEREE) en Badajoz.

El Centro Ibérico de Nanotecnología de Braga pronto se hizo realidad y hoy dispone de un campus de 47.000 metros cuadrados, 200 científicos y 100 doctorandos. La inversión fue de 106 millones de euros y cuenta con un presupuesto anual de 30 millones de euros financiados a partes iguales por los dos países, especializándose en las áreas de nanomedicina, nanoelectrónica, monitorización de alimentos, nanomaquinaria y nanomanipulación. El centro está en marcha desde el 2009 y es una fuente impulsora de la industria local.

El CIEREE se aprobó en enero de 2009 en la Cumbre Hispano-Portuguesa que se celebró en Zamora y se decidió que antes del 30 de abril de ese año debería estar todo perfectamente planificado para que entrase en funcionamiento en el 2010. Se nombró como director al científico portugués Antonio Sa da Costa. El centro tendría tres áreas de especialización principales: la biomasa, materias concretas de energías renovables y, sobre todo, el vehículo eléctrico. Incluso se dijo que, aunque inicialmente se pensó en instalar en la Plataforma Logística, esta infraestructura científica no podía esperar a que estuviese la plataforma y que debería iniciar la actividad en otro lugar.

Ha pasado el tiempo, del director del centro nunca más se supo, la Plataforma Logística ya tiene terrenos para construirse, Extremadura ha desarrollado las energías renovables y en fotovoltaica será el líder nacional en el 2021 y ya ha llegado el vehículo eléctrico con fuerza. Quizá sea el momento de volver a exigir que se cumplan los compromisos adquiridos con esta tierra. El vehículo eléctrico puede ser una gran oportunidad industrial para la región pues se comienza en todas partes de casi cero y Extremadura puede en unos años vencer su secular aislamiento e incomunicación. La próxima Cumbre Hispano Lusa que se celebre en noviembre podría retomar lo que se aprobó en el 2009 y, en esta ocasión, hacerlo realidad. No es tanto pedir. CIEREE Ya!