Ya son cinco las personas detenidas por su presunta participación en el incendio intencionado de un piso del número 10 de la calle Olof Palme, en Suerte de Saavedra, la madrugada del pasado 4 de abril, que puso en riesgo la vida de las 17 familias que se encontraban en ese momento en el bloque y por el que siete vecinos, entre ellos dos menores, tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo.

Si dos días después del suceso, la Policía Nacional detuvo al inquilino de la vivienda incendiada, L. C. L., de 49 años, por su presunta implicación, ayer informó de otras cuatro detenciones. Se trata de J. R. S., de 40 años; C.R. L., de 22 años; L. R. L, de 18 años; y J. S. R. L., de 20 años, miembros de una misma familia. Todos han sido puestos en libertad con cargos tras prestar declaración y las diligencias policiales ya están en el Juzgado de Instrucción número 3.

La Delegación del Gobierno no concretó ayer el grado de implicación de cada uno de ellos, lo que sí señaló es que las investigaciones llevadas a cabo por los agentes de la Brigada de Policía Judicial han determinado que el origen del incendio "se debió presuntamente a las rencillas existentes entre dos familias de la barriada", que en las horas previas al siniestro se agredieron mutuamente y posteriormente culminaron sus amenazas "con el fuego provocado en el citado domicilio".

La madrugada del incendio se vivieron escenas de pánico entre los 40 vecinos que se encontraban en el edificio. Una de las inquilinas fue la que alertó al resto --la mayor parte dormía-- de lo que estaba ocurriendo y aunque la mayoría pudo bajar a la calle por sus propios medios, los bomberos tuvieron que rescatar a cinco personas por el intenso humo que se concentró en la escalera.

En la vivienda incendiada se localizaron cuatro focos de fuego sin conexión entre ellos --uno en cada uno de los colchones de los tres dormitorios y otro en el salón--, así como restos de un producto acelerante para que las llamas se propagasen, lo que dejaba claro que el incendio había sido intencionado y no causado por alguna incidencia eléctrica.

La puerta de la casa estaba cerrada cuando se originó el fuego y aparentemente parecía no estar forzada. Los vecinos afectados señalaron entonces al inquilino de la vivienda como el presunto autor del incendio, ya que --según sus testimonios-- horas antes del suceso había amenazado con prender fuego al piso si tenía que marcharse, lo que hizo junto a su familia la tarde del 4 de abril tras recoger sus pertenencias.

Otras fuentes apuntan a que el motivo por el que abandonaron apresuradamente su casa fue por temor a las represalias de la familia con la que mantiene el enfrentamiento. Este diario contactó ayer con el inquilino del piso incendiada--que ahora se encuentra viviendo fuera de la ciudad--, pero rehusó hacer declaraciones.

ESCASA COLABORACION La Policía Nacional definió ayer como "ardua, difícil y complicada" la investigación que ha llevado a la detención de estas cinco personas, dada la "escasa o nula" colaboración que ha tenido por parte tanto de las familias enfrentadas, así como por parte de los 18 vecinos afectados a los que ha tomado declaración "por el temor existente en el vecindario ante la posibilidad de represalias".