Cuatro adultos y una niña de 4 años resultaron ayer afectados por inhalación de humo en el incendio que se originó sobre las 17.15 horas en el séptimo piso del bloque número 20 de la calle Rafael Lucenqui, en pleno centro de Badajoz.

Dos de los heridos fueron trasladados al hospital Infanta Cristina y otros dos al Perpetuo Socorro, mientras que la menor se quedó en el Materno Infantil. Anoche, la niña y su abuela permanecían en observación y el resto recibió el alta médica.

Los vecinos de Rafael Lucenqui vivieron momentos de tensión y nerviosismo al ver que salían llamas por el balcón del séptimo izquierda y que desde las ventanas contiguas unas personas pedían auxilio.

El 112 desplazó hasta el lugar distintas dotaciones de la Policía Local, Policía Nacional y bomberos, así como varias ambulancias. Los agentes ayudaron en el desalojo del edificio y los bomberos tuvieron que evacuar a ocho personas, los seis ocupantes de los dos séptimos y un hombre y una mujer que se quedaron encerrados en el ascensor, a la altura de la segunda planta.

El fuego se originó en la salita, al parecer por un brasero. En esos momentos se encontraban en la vivienda un matrimonio, la hija de estos de unos 40 años y su nieta de 4. Al ver las llamas, todos corrieron a refugiarse al piso contiguo, donde viven sus vecinos de 75 y 76 años, salvo la mujer de 40 años, que se quedó en la penúltima habitación del piso, donde estaba descansando.

Los bomberos tuvieron más dificultades para rescatar a esta mujer, ya que las capas de humos le impedían salir, por lo que intentaron tranquilizarla hasta que pudieron evacuarla. Para ello, hicieron "una cortina de agua con las mangueras para impedir que las llamas llegaran hasta el vestíbulo y hacia el interior y así consiguieron acceder a ella. Dos bomberos la sacaron y le colocaron un equipo de oxígeno", según explicó tras la intervención el jefe del Servicio de Bomberos, Juan Carlos de Lima.

Los afectados salieron por el portal del edificio, sin embargo la niña bajó en la cesta de la autoescala. Todos estaban conscientes y con las máscaras.

Una vez evacuados, liberaron a los dos vecinos, un hombre y una mujer, atrapados en el ascensor, que se encontraban bien.

Hasta el lugar se personaron el superintendente de la Policía Local, Juan José Venero, y el concejal de Bomberos, Francisco Javier Gutiérrez Jaramillo.

La vivienda donde se originó el fuego quedó "seriamente afectada, aunque no estructuralmente", según Juan Carlos de Lima, quien explicó que las canalizaciones de agua y las instalaciones de gas han quedado en buen estado. El piso contiguo sólo se vio afectado por el humo.

El resto de los inquilinos del edificio permanecieron en la calle, algunos de ellos con ropa de estar en casa, como la hermana de la dueña del piso incendiado, que no pudo respirar tranquila hasta que la policía le comunicó que sus familiares se encontraban bien, aunque habían sido trasladados al hospital.

Esta mujer esperaba en la calle a tener noticias de su hermana. "Yo vivo en el cuarto izquierda y nos dijeron por el telefonillo que saliéramos del piso. Al salir a la calle ví las llamas que salían, eran tremendas, y sentí un gran miedo. Ya sabiendo que están bien me quedo más tranquila", señaló.