Los servicios de emergencias del 112 y la Cruz Roja de Badajoz tuvieron que atender y trasladar ayer a los hospitales Infanta Cristina y Perpetuo Socorro a un total de cinco personas que resultaron intoxicadas por inhalación de humos, como consecuencia de un incendio en el interior de una vivienda del segundo piso de un edificio en la barriada de Valdepasillas. Ninguno de los afectados resultó herido de gravedad, en principio, si bien las labores de rescate y de extinción se produjeron en medio de algunas escenas de pánico, debido a la intensa humareda que se formó y que se canalizó a través del hueco de la escalera.

El incendio se originó hacia las 15.20 horas de ayer en la segunda planta del número 11 de la avenida José María Alcaraz y Alenda, debido a un cortocircuito, según la hipótesis con la que trabajan los bomberos y los miembros de la Policía Científica , y que provocó que se incendiase un enchufe del salón y un brasero eléctrico, cuando se hallaban en el mismo la propietaria y su hijo de 25 años.

El fuego quemó los enseres de la estancia, si bien la rápida intervención de los bomberos evitó que se propagara. Acudieron la policía local, ocho bomberos con tres vehículos, un equipo sanitario, siete ambulancias del 112 y de la Cruz Roja y la Policía Nacional. Los bombero terminaron su labor a las cinco de la tarde.

EN LA TERRAZA Las labores de extinción se llevaron a cabo sin que fuese necesario desalojar el edificio. No obstante, varios vecinos de los pisos superiores optaron por subir a la terraza del edificio, al menos siete, según testimonio de Victoria, vecina del último piso que fue una de las que subió y esperó a que los bomberos les permitieran bajar.

Miguel Angel, a quien no le dio tiempo a salir de su casa, tuvo que permanecer encerrado en el cuarto de baño, que da a la parte trasera del inmueble, y fue él quien informó a los bomberos de la presencia de otras personas en la terraza, entre ellas una vecina del cuarto piso, que llegó muy afectada y que fue una de las que tuvieron que ser tratadas por los sanitarios.

Francisco Alonso, hostelero, estuvo en comunicación con cinco miembros de una misma familia que vive en el sexto piso y que permanecieron encerrados en su vivienda a consecuencia del humo. "Tuve que mantenerlos tranquilos por teléfono porque estaban muy nerviosos, hasta que los sacaron los bomberos", contó.