Cinco reclusos del centro penitenciario intentaron fugarse desde el 2003; tres lo consiguieron --dos volvieron por su propio pie--. Uno fue E. G. S., en septiembre del 2003, que volvió después de varias horas acompañado por su familia. Estaba en tercer grado, salía a trabajar y que al ver que se terminaba su contrato decidió huir. Jonathan G. S., de 19 años, saltó los muros el 5 de mayo del 2005.

Condenado a cuatro años por hurto, huyó agobiado por un funcionario que le hacía la vida imposible, explicó a sus padres. Estos le convencieron para que se entregara. El 20 de abril pasado, la policía evitó la fuga de dos internos. Intentaron saltar el muro y fueron detectados por medios electrónicos. Sonaron las alarmas y los agentes de dentro y fuera del centro se movilizaron y los alcanzaron. F. L.