Una fusión de culturas y colorido inundó ayer las calles de Badajoz de la mano de los grupos de nueve países que hasta el próximo día 26 amenizarán las veladas de la ciudad en el auditorio Ricardo Carapeto.

El conjunto de los grupos que componen la XXVII edición del Festival Folclórico Internacional de Extremadura se vistió con sus galas más populares para recorrer, a ritmo de tambores y violines, las calles de la ciudad, y atraer así a los cientos de curiosos que se agolpaban en las aceras, sorprendidos y encantados por el espectáculo.

Los 700 participantes del festival, que partieron a las doce de la mañana de la avenida de Colón, ofrecieron al público una espectacular antesala de lo que serán sus actuaciones, las cuales comenzaron anoche con los grupos de Badajoz, República Checa, Bulgaria y Portugal.

Los más ruidosos en el desfile fueron los folclóricos de Sierra Leona, con una rítmica y compenetrada percusión; los integrantes de su delegación expresaban que: "tienen el ritmo metido en el cuerpo, y el público, cada vez que pasan por su lado, hasta hace la ola". Pero también bailaban, cantaban y disfrutaban los del el resto de países durante el pasacalles.

Y si los componentes de los grupos disfrutaban, no menos lo hacía el público, que pasaba por la calle y se quedaba prendado de tan pegadiza música y baile. Así lo reconocía Jerónimo, un viandante, al manifestar que "este año parece que hay mucha marcha, iré esta noche al auditorio a dar una vuelta".

Esta noche actuarán en el auditorio municipal Ricardo Carapeto los grupos procedentes de Francia, Dos Hermanas (Sevilla), Albania y China.