TPtarecerá una perogrullada pero, cuando los árabes conquistaron su inmenso imperio se encontraron con muchas ciudades fundadas, pero no por eso perdieron el impulso y dejaron de edificar otras nuevas. A veces muy cerca de otras anteriores. En apariencia no había razón alguna para actuar así, pero no fueron ejemplos aislados, sino todo lo contrario. El estatuto jurídico de las poblaciones amuralladas -sin muralla no se era ciudad- dependía del modo en que habían pasado a manos de los conquistadores. De la resistencia que opusieron a quienes, como los musulmanes, consideraban estar realizando no sólo una expansión militar y política, sino un mandato religioso: extender el islam. Si una plaza combatía y era conquistada al asalto, las vidas de sus habitantes y sus propiedades pasaban a manos del vencedor. También las de la formación estatal anterior y, por supuesto, las de las comunidades religiosas. Si se resistía pero finalmente abría las puertas, se solían respetar las vidas y propiedades inmuebles -hubo matices-, pero era inevitable el saqueo. Sobre todo de los bienes de quienes no formaron parte de la comisión negociadora. El tercer caso se producía si había apertura inmediata de las puertas. Los vencedores lo respetaban todo, salvo las posesiones de la administración anterior. De la primera de las posibilidades, a pesar del testimonio de los textos, se dieron pocos casos. Los más frecuentes fueron los segundos -Mérida, Córdoba- y, en una cierta medida, Toledo. Hay motivos más que sobrados para pensar que Mérida se rindió después de un proceso de negociación con la oligarquía local, como Córdoba, a espaldas de la guarnición visigoda. Por eso la entrada de los sitiadores no fue violenta -lo que hoy entendemos por violencia no es lo que debía ocurrir en esos casos-. El proceso no era nuevo. Había ocurrido en Damasco y Jerusalén. No conozco la existencia de niveles arqueológicos, generalizados, de destrucción en ninguna de nuestras ciudades, lo que sería un testimonio fehaciente.

Si Batalyús hubiera existido como ciudad preislámica es bastante probable que conociésemos algo de su modo de entregarse. O de tomarse. Pero no figura en la lista de poblaciones sometidas. Más argumentos para pensar en su inexistencia. No es que no haya restos urbanos anteriores, es que no había ciudad. Nunca hubiera dejado de señalarse esa circunstancia, aunque no se dijera nada más.